Triunfo con sabor agridulce

Huila venció 2-1 a Real Cundinamarca con goles de Moya y Montes, en un cierre intenso del cuadrangular B del Torneo Dimayor 2025.
Huila venció 2-1 a Real Cundinamarca con goles de Moya y Montes, en un cierre intenso del cuadrangular B del Torneo Dimayor 2025.
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El equipo auriverde hizo la tarea. Viajó a Bogotá con la ilusión encendida, enfrentó a Real Cundinamarca en la última fecha del cuadrangular B del Torneo Dimayor 2025, ganó 2-1, pero no le alcanzó. Patriotas también ganó su partido ante Cúcuta, y por ventaja deportiva avanzó a la final. Así, el sueño del ascenso para los ‘opitas’ tendrá que esperar.

Un equipo herido

El equipo de Neiva llegó cojeando, literalmente, al cierre del cuadrangular. A las ya complejas cuentas para avanzar, se sumaron cinco bajas sensibles por lesión. Anderson Rojas, Luciano Ospina, Jesús Rodríguez, Maicol Sequeda y Hugo Mena no estuvieron disponibles, obligando al técnico Diego Corredor a reconfigurar el esquema y apostar por la juventud y el corazón.

A pesar de esas ausencias, Huila mostró carácter. Desde el pitazo inicial en el Metropolitano de Techo, dominó el balón, generó opciones y se adelantó con un golazo de Breiner Moya al minuto 31, tras una acción individual brillante. Aunque Cundinamarca empató al 40′ con un cabezazo de Acosta, los visitantes no bajaron los brazos. En la segunda mitad, una buena secuencia de pases terminó con el tanto de Johan Montes, quien selló el 2-1 definitivo.

No se les hizo el milagro

Mientras en Bogotá se celebraba con cautela, los ojos estaban puestos en Tunja. Huila necesitaba que Patriotas y Cúcuta empataran. Pero los boyacenses se impusieron con autoridad, asegurando el primer lugar del grupo gracias a la ventaja deportiva obtenida en la fase regular. Huila, con 10 puntos, quedó igualado con ellos, pero sin el beneficio del reglamento.

Una eliminación dolorosa para un equipo que, a pesar de todas las adversidades, sumó tres victorias, un empate y solo dos derrotas en el cuadrangular. El golpe más duro fue en casa, cuando Patriotas le arrebató los tres puntos en Neiva. Ese revés fue determinante.

Un cuadrangular de infarto

El grupo B fue el más cerrado del torneo. En la última fecha, cuatro equipos llegaron con opciones matemáticas. Cúcuta lideraba con 9 puntos pero un débil diferencial (-4), mientras que Huila y Patriotas sumaban 7, con +2 y 0, respectivamente. Incluso Real Cundinamarca tenía chances. Esta paridad convirtió la jornada en una ruleta rusa, donde cada gol cambiaba la historia.

Al final, la combinación no fue favorable. Patriotas ganó y clasificó. Cúcuta, eliminado con 9 puntos, y Huila, a un suspiro del objetivo, tendrán que mirar al segundo semestre.

El auriverde no se rinde

“Nos vamos con la frente en alto”, dijo Corredor tras el partido. Y razón no le falta. Huila mostró carácter, coraje y compromiso. Aunque no estará en la final, dejó una imagen competitiva y un grupo sólido que puede pelear en el próximo torneo.

El sueño del ascenso sigue vivo. Neiva espera. Porque a veces, perder también puede ser el comienzo de algo más grande.


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