El elenco opita, regresó al césped del Guillermo Plazas Alcid con hambre de protagonismo. En su estreno del Torneo Dimayor II-2025, el equipo dirigido por Diego Corredor mostró carácter, pegada y entrega, aunque también dejó ver algunas debilidades. El rival de turno fue el tradicional Deportes Quindío, que no vino a pasear a Neiva, sino a pelear punto a punto.
Desde el pitazo inicial se vivió un duelo intenso. Al minuto 2, el cuadro visitante dejó claro que venía con intenciones ofensivas: Joao Rodríguez tuvo el primero tras un error defensivo, pero increíblemente falló con el arco a disposición.
Pese al susto, el Huila respondió con personalidad. El equipo combinó juego rápido, presión alta y movilidad, aunque por momentos cayó en desorden. Fue un primer tiempo de emociones cruzadas, con opciones para ambos lados, pero con los locales mostrando mejor efectividad.
El primer gol
Al minuto 31 llegó el desahogo: Alejandro Ararat, joven figura recientemente convocada al microciclo de la Selección Colombia sub-20, apareció con un potente remate para marcar el 1-0 y levantar a la tribuna huilense. Y antes del descanso, Jonathan Herrera aprovechó un error defensivo para poner el 2-0 con frialdad quirúrgica.
El primer tiempo se cerró con ventaja para el Huila, que se fue al vestuario con una mezcla de satisfacción por los goles y preocupación por las chances generadas por el rival.
Segundo tiempo difícil
El complemento fue otra historia. Deportes Quindío salió con ímpetu renovado y comenzó a arrinconar al equipo huilense, especialmente aprovechando el balón quieto y los remates de media distancia.
Fue así como, al minuto 52, Andrés Álvarez sorprendió a todos con un golazo desde fuera del área que puso el 2-1. El arquero Jeison Méndez no alcanzó a reaccionar. A partir de ese momento, el visitante se llenó de confianza, tomó el control del juego y puso en aprietos a la zaga ‘opita’.
Atlético Huila sintió el golpe y pasó varios minutos sin encontrar salida. Méndez, el portero, fue figura salvando un par de opciones claras que pudieron significar el empate.
Final
Con el paso del tiempo, Corredor movió el banco e intentó ajustar piezas para contener el ímpetu del Quindío. Los cambios dieron oxígeno, y aunque no se recuperó del todo el dominio, el equipo logró resistir los embates.
En los últimos minutos, el Huila optó por la administración del resultado, cuidó la ventaja y dejó correr el reloj. La visita bajó la intensidad y el partido se cerró con victoria local, aunque con varios aspectos por corregir.
Atlético Huila inició con victoria, pero no con total tranquilidad. El 2-1 ante Quindío es un buen primer paso, aunque evidenció desajustes defensivos y cierta fragilidad en la presión tras pérdida. La ilusión del ascenso sigue intacta, pero el camino apenas comienza.



