Una desafortunada falla en el camión, terminó con la vida de un gran ser humano sobre la peligrosa doble calzada.
Era el mediodía cuando todo parecía normal en la BTS, donde a diario se movilizan cientos de vehículos de carga, de pasajeros y particulares, principalmente para esta temporada de fiestas decembrinas.
Hechos
El señor Pablo Rubén Guarín, había madrugado como todos los días a trabajar, por lo que aquel día se había dirigido con su tractocamión al municipio de Tocancipá en Cundinamarca, para recoger una carga de chatarra operado por la empresa Asotusot.
El boyacense tenía como destino llevar la chatarra hasta la Siderúrgica en el municipio de Tuta, donde a diario hacen la fundición de este material.
Por esta razón, el hombre emprendió su camino, sin pensar que sería la última vez que lo haría. Según reporte de las autoridades cuando Guarín comenzaba a descender el alto de Ventaquemada, al parecer su tractocamión se quedó sin frenos.
Por esta razón, el conductor perdió el control de su carro, saliéndose de la calzada, transitando sobre la zona verde, la cual le produce el volcamiento lateral izquierdo sobre el carril derecho.
Ayuda
Inmediatamente llegó al sitio la ambulancia de la BTS quienes atendieron en primera medida la emergencia, intentando salvarle la vida al conductor Guarín y al acompañante.
Según indicaron las autoridades, tristemente el conductor fue encontrado sin signos vitales, ya que el golpe le afectó órganos vitales que le arrebataron la vida inmediatamente.
Por otro lado, el acompañante, Juan Carlos Rojas de 48 años resultó lesionado con trauma cráneo leve hematomas en el brazo, por lo que fue trasladado a la ambulancia del municipio de Ventaquemada a la Clínica Medilaser de Tunja para su valoración.
Vida
El hoy fallecido era de Tunja y también vivía junto a su esposa e hijos en la capital boyacense. Tenía 52 años de edad, de los cuales la mayoría los había dedicado a ser conductor de carro pesado.
También era un amante al tejo, por lo que acostumbraba a participar de torneos y a compartir con su familia y amigos entorno a este juego autóctono del departamento, logrando así, ser reconocido en este gremio.
Por su parte, amigos y familiares del boyacense lamentaron profundamente la forma de morir de Guarín, destacándole que era un gran ser humano, al ser respetuoso, humilde y dado a la gente.
