La producción audiovisual ha demostrado que los Himbas, incluso sin nunca antes haber tenido contacto con una radio siquiera, se atrajeron por los kicks, hi-hats y bass lines electrónicos, comprobando que la música y la danza, instintivas en el humano, son una de las más hermosas manifestaciones que nos unen mutuamente.
Imagínese presentarle la música electrónica a alguien que nunca ha tenido una radio, alguien que pasa todo su tiempo viviendo en armonía con la naturaleza y nunca ha permitido que la tecnología influya en su vida.
Por primera vez en la historia, la tribu Himba conoció las maravillas de la música electrónica. Siendo una tribu que originalmente pasa la mayor parte de su tiempo cantando y bailando, les sorprendió, pero no les sorprendió verlos enamorarse de su música moderna. Este encuentro entre mundos es algo a lo que le llamaron «La ive experiencia», y están ansiosos por seguir construyendo puentes entre culturas a través de la música.
Después de dar a luz a la música moderna, los polirritmos africanos inspiraron naturalmente el electro. Los fundadores del techno convirtieron las ceremonias espirituales en raves, inspirando trance a través de sus bucles rítmicos. Por lo tanto, la influencia africana está lejos de ser nueva, pero ha sido inconsciente durante mucho tiempo. El mundo debe recibir este legado y eso es lo que IV.X quiere lograr.
Después del gran éxito de su primer viaje intercultural, ahora están ansiosos por aprovechar ese impulso.
Su objetivo es viajar por el mundo, introduciendo la Música Electrónica en lugares lejanos, encontrando audiencias a las que pocos hubieran imaginado llegar.
Una idea, un sueño, un destino y, sobre todo: mucha locura Positiva. La música electrónica es una de las tendencias más fuertes de nuestro tiempo, y presentarla a los pueblos indígenas de Namibia ha sido una experiencia inolvidable.