Una estela de sangre y horror marcó el destino del municipio de Consacá el, cuando tres personas fueron asesinadas en hechos violentos que aún no han sido esclarecidos por las autoridades. Lo que debió ser una jornada común en la circunvalar al Galeras terminó convirtiéndose en un episodio dantesco que sacudió a toda la región.
Según información recopilada por este medio, los homicidios ocurrieron en distintos puntos del municipio y en un lapso muy corto de tiempo, lo que ha generado temor y desconcierto entre los habitantes. El primer hallazgo fue reportado en las instalaciones de la Institución Educativa CDR, donde fue encontrado el cuerpo sin vida de una persona cuya identidad aún no ha sido confirmada oficialmente. La escena fue descrita como estremecedora por los testigos, entre ellos trabajadores del sector educativo que dieron aviso a las autoridades.
Versiones
Minutos más tarde, dos cuerpos más fueron descubiertos en la vía rural que conduce a la vereda Veracruz, una zona agrícola que hasta hace poco era considerada tranquila. La forma en la que fueron dejados los cuerpos apunta, según versiones preliminares de la comunidad, a posibles ajustes de cuentas o acciones de intimidación perpetradas por grupos armados ilegales que tendrían presencia en la región.
Lo más alarmante es que, a más de 24 horas de los hechos, ni la Alcaldía de Consacá, ni la Gobernación de Nariño, ni las autoridades policiales han emitido un comunicado oficial que confirme las identidades de las víctimas o las hipótesis investigativas en curso. Este silencio institucional ha profundizado el miedo colectivo y ha puesto sobre la mesa la urgente necesidad de reforzar los dispositivos de seguridad en zonas rurales del municipio, donde históricamente se han reportado movimientos de grupos al margen de la ley.
Impotencia
Las voces de los ciudadanos no se han hecho esperar. A través de redes sociales, líderes comunitarios y habitantes han expresado su dolor, impotencia y preocupación por lo que muchos ya catalogan como una masacre. Las preguntas abundan: ¿Quiénes eran las víctimas? ¿Qué motivó estos crímenes? ¿Hay algún patrón detrás de los asesinatos? ¿Dónde está el Estado? Consacá, conocida por su belleza natural y riqueza agrícola, enfrenta ahora uno de los momentos más oscuros de su historia reciente. Este hecho no solo enluta a tres familias, sino que lanza una alerta sobre la fragilidad de la seguridad en municipios considerados tradicionalmente pacíficos, pero vulnerables frente al avance de estructuras criminales que aprovechan la falta de presencia institucional.
