En una esquina cualquiera de Pasto, se siente el latido constante de la ciudad a través de las motocicletas que llegan a Moto Oriente, un taller que lleva casi tres décadas dando vida a estos vehículos y a muchas historias detrás de ellas.
Lo que comenzó como un proyecto familiar, una forma de generar ingresos, se ha transformado en una microempresa sólida, que no solo repara motos, sino que crea empleo y confianza en su comunidad. Dos talleres con herramientas modernas y repuestos para distintas marcas son testigos del crecimiento y del esfuerzo constante de un equipo que sabe que detrás de cada máquina hay un dueño, una familia y un camino por recorrer.
El taller no solo arregla motores: educa. Desde hace años, Moto Oriente abre sus puertas a estudiantes, convirtiéndose en un espacio donde el conocimiento se comparte y el oficio se hereda. Así, la experiencia se multiplica y el futuro se asegura.
Detrás de cada engranaje reparado está la historia de un emprendimiento que entiende los cambios del mercado y las exigencias técnicas, siempre dispuesto a aprender y a mejorar. La confianza que le han brindado instituciones, clientes y aliados no es casualidad, es el fruto de un compromiso sostenido con la calidad y la honestidad.
Moto Oriente es un punto de encuentro para quienes viven el motor como parte de su vida. En sus 28 años, más que arreglar motocicletas, han tejido una red humana de apoyo y servicio en Pasto.
