En un comunicado conjunto, las principales clínicas privadas de Villavicencio: ‘Clínica Primavera, Clínica Servimédicos y Clínica Meta’, informaron a la opinión pública sobre la grave crisis financiera que enfrentan debido a la falta de flujo de recursos por parte de las Entidades Promotoras de Salud (EPS). Esta situación, según indicaron, pone en riesgo la continuidad y calidad de los servicios de salud que ofrecen a la población de la región.
Incumplimientos
De acuerdo con el comunicado, las EPS han incumplido de manera reiterada con sus responsabilidades contractuales hacia la red hospitalaria. Entre las irregularidades destacan la inoportunidad y ausencia de pagos, así como abonos parciales que no superan el 40% del promedio mensual facturado. Esta problemática contraviene lo estipulado por la ley y se agrava con los prolongados períodos de conciliación y notificación de glosas, las devoluciones, las barreras en la radicación de facturas, y la cartera congelada de EPS que están bajo intervención de la Superintendencia Nacional de Salud.
Comunicado

Comunicado de prensa
Sin liquidez
Las clínicas enfatizaron que esta falta de liquidez dificulta garantizar la operación adecuada de los servicios de salud, así como atender eventos programados o emergencias. “Nos enfrentamos a serios inconvenientes para mantener en funcionamiento las áreas esenciales y responder a las necesidades de salud de la población. Esta situación afecta directamente a los pacientes, al personal de salud y al sistema hospitalario en general”, señalaron.
Llamado urgente
Frente a este panorama, las clínicas hicieron un llamado a las EPS para que realicen de manera inmediata el pago total de los servicios efectivamente prestados y ya radicados. Esto, recalcaron, es fundamental para garantizar la continuidad de la atención médica. “El cumplimiento de los pagos no es solo una obligación contractual, sino un acto de responsabilidad hacia la comunidad que depende de los servicios médicos para preservar su salud y bienestar”, añadieron.
La crisis financiera no solo compromete la calidad de la atención en estas instituciones, sino que también tiene un impacto directo en el personal médico, que enfrenta dificultades para operar bajo estas condiciones. “Nuestros equipos médicos y administrativos hacen un esfuerzo titánico para mantener los servicios activos, pero los recursos son limitados, y sin el apoyo financiero correspondiente, las dificultades continuarán incrementándose”, advirtieron.
Este caso, según expertos en salud pública, refleja una problemática estructural del sistema de salud colombiano, en el que las demoras en los pagos y las glosas representan un obstáculo constante para las instituciones de salud, especialmente en regiones como el Meta, donde la dependencia de las EPS es mayor.



