TransMilenio no tiene control de colados en este momento, denuncia el concejal Daniel Briceño

La evasión en TransMilenio, el problema de los colados, sigue siendo uno de los mayores retos de movilidad en Bogotá: cerca del 15% de los ingresos al sistema troncal no son validados, lo que afecta la sostenibilidad financiera y perjudica a los usuarios cumplidores. El concejal Daniel Briceño denuncia la opacidad en la gestión anti-evasión, critica la falta de datos públicos actualizados y cuestiona el impacto de los multimillonarios contratos de vigilancia.
Colados en TransMilenio
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La escena es conocida por todos los pasajeros de TransMilenio: por cualquier hueco se cuela alguien, sin importar las puertas de seguridad ni la presencia de celadores o policías. Ante esta problemática, el concejal Daniel Briceño se pronunció y llamó la atención sobre la administración distrital, pues, en su opinión, se le ha dado la espalda a la lucha contra la evasión en el sistema.

La falta de cultura ciudadana deteriora la sostenibilidad financiera del sistema y se convierte en un castigo injusto para los usuarios que sí cumplen la norma. Según el último informe público citado por Briceño, en el primer semestre de 2024, el 14,33% de los ingresos al sistema troncal fueron sin validación, es decir, correspondieron a “colados”. Además, señaló que, a punto de terminar julio, aún no existen datos oficiales sobre el segundo semestre del año pasado ni del actual; un silencio estadístico que, para el concejal, es sinónimo de irresponsabilidad y falta de control.

Esta ausencia de información no es casual, según Briceño, ya que el contrato 1635 de 2024 —valorado en más de 4.000 millones de pesos—, destinado a medir la evasión en los componentes zonal y de alimentación del SITP, fue suspendido por solicitud del contratista, que argumentó que las vacaciones de mitad de año alteran los patrones de validación. Inicialmente, la suspensión estaba prevista hasta el 15 de julio, pero, según el SECOP, el contrato no se ha reiniciado, lo que deja a la ciudad sin información frente a uno de sus mayores problemas estructurales.

Además, en dos años, la ciudad ha invertido más de 39.000 millones de pesos en servicios de vigilancia anti-evasión, sin que hasta ahora se conozca un solo informe público sobre el impacto de esa millonaria inversión. Es decir, no hay transparencia ni rendición de cuentas sobre cómo se están utilizando los recursos o si realmente están frenando la marea de colados.

¿Y el dinero de la publicidad?

Además, el concejal evidenció una curiosa paradoja: las estaciones que más ingresos generan por publicidad, como Calle 100, Portal del Sur y Calle 75, también figuran entre las de mayor evasión. Desde 2020, TransMilenio ha recaudado más de 96 mil millones de pesos en publicidad, sin que la ciudadanía tenga claridad sobre el destino de esos recursos. Briceño propuso una salida lógica: que los ingresos publicitarios de las estaciones más afectadas por la evasión se destinen a reforzar las medidas anti-evasión.


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