Transformaron salón comunal en Mijitayo tras décadas sin documentación

Mario Pinto, Jaime Erira, Diego León, Jaime Guasmayán, Luis Hernando Narváez, Cecilia Barahona, David Burbano, Lucy Narváez, Yannet Narváez y Rosa Rodríguez durante la celebración por la remodelación del salón comunal del barrio Mijitayo.
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Con la gestión de la presidenta Yannet Narváez y el trabajo articulado de la comunidad, la Junta de Acción Comunal logró ejecutar un proyecto.

Durante más de seis décadas, el barrio Mijitayo de Pasto tuvo una Junta de Acción Comunal sin la documentación en regla, lo que limitaba su acceso a recursos y programas institucionales. Esa situación cambió a partir de la posesión de la nueva directiva, encabezada por Yannet Narváez, quien junto a su equipo inició un proceso de organización administrativa que permitió regularizar la situación jurídica de la junta.

Mario Pinto, líder comunitario y exsecretario de Desarrollo Comunitario de la Alcaldía, recordó que este proceso comenzó con la elaboración de todos los documentos exigidos por el Ministerio del Interior. “Pasó un año desde que logramos la formalización, y justo en ese momento el Ministerio lanzó un programa para financiar proyectos de juntas de acción comunal. Gracias a Dios, fuimos la única junta de Pasto a la que le aprobaron un proyecto de infraestructura”, señaló Pinto.

Proyecto

El plan aprobado tuvo como objetivo principal la remodelación y adecuación del salón comunal, un espacio que por años había permanecido con limitaciones físicas para el desarrollo de reuniones, capacitaciones y eventos comunitarios. Con la financiación garantizada, la junta y los vecinos se organizaron para cumplir con todos los requisitos y ejecutar la obra de manera eficiente.

La presidenta Yannet Narváez resaltó que la transformación fue integral: “Nuestro salón quedó totalmente renovado, con mejores condiciones para recibir a la comunidad y realizar actividades que antes no podíamos. Esto es fruto de un trabajo conjunto y del compromiso de cada integrante de la junta”.

Unidad

Uno de los aspectos más destacados del proceso fue la participación activa de los miembros de la junta y la comunidad en general. Cada uno aportó su granito de arena, desde la colaboración en trámites y gestiones hasta el apoyo en labores logísticas y de adecuación.

Pinto subrayó que este proyecto no solo dejó una infraestructura mejorada, sino también un fortalecimiento del tejido social: “Hemos sido bendecidos con esta oportunidad. El salón quedó muy hermoso y ahora es un símbolo de unión y progreso para todos”.

Futuro

Con el salón comunal renovado, la Junta de Acción Comunal planea impulsar nuevas actividades que promuevan la integración vecinal, el emprendimiento y la formación ciudadana. Tanto la directiva como los líderes comunitarios coinciden en que esta experiencia abre la puerta a gestionar más recursos y a participar en convocatorias que beneficien directamente a los habitantes del barrio Mijitayo.

El logro también sirve de inspiración para otras juntas de la ciudad, demostrando que con organización, constancia y unidad es posible acceder a oportunidades de inversión que transforman los espacios y mejoran la calidad de vida de las comunidades.


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