En el día 7 de diciembre del presente año, se conoció el lamentable fallecimiento de Ana María Mejía, quien perdió la vida a los pocos días de haber sido ingresada a un centro médico en estado delicado de salud. La joven, hija del reconocido exconcejal de Fusagasugá, Gustavo Mejía, luchó durante varios días contra complicaciones de salud que finalmente la llevaron a su deceso. El fallecimiento de Ana María ha conmovido profundamente a la comunidad de Fusagasugá, quienes la recordarán por su actitud amable, su gran corazón y su constante disposición para ayudar a los demás.
Ana María Mejía, madre de un pequeño de tres años, deja un vacío irreparable en su familia, amigos y conocidos. A lo largo de su corta pero significativa vida, fue conocida por su bondad, su empatía y su generosidad, características que la hicieron merecedora del aprecio y respeto de todos los que tuvieron el privilegio de conocerla. Siendo hija de Gustavo Mejía, exconcejal del municipio, Ana María fue siempre un reflejo de los valores de solidaridad y compromiso social que su familia representó en la política local.
A pesar de su juventud, Ana María se destacó por su vocación de servicio y su deseo constante de hacer el bien. En su comunidad, no era raro verla participando en diversas actividades altruistas y en el apoyo a causas sociales que beneficiaban a los más necesitados. Aquellos que compartieron con ella destacaron su capacidad para escuchar y brindar apoyo, siempre con una sonrisa y con una actitud desinteresada hacia los demás.




