Este 18 de enero, el Gobierno de Tonga confirmó que una mujer británica, una adulta mayor de 65 años proveniente de la isla de Mango y un hombre de 49 años de la isla de Nomuka, murieron al ser arrastrados por el devastador tsunami que azotó la isla, causado por la erupción del volcán Hunga Tonga Ha’apai, situado en el archipiélago del Pacífico Sur.
El gobierno ha emitido su primer comunicado desde la tragedia ocurrida este sábado 15 de enero, calificando el suceso como uno de los desastres más catastróficos de las últimas tres décadas. En el mismo describe cómo el tsunami provocó olas de hasta 15 metros de altura.
Esto, entre otros daños generó la destrucción total de una aldea llamada Mango, que mantiene un censo poblacional de 50 personas; allí sólo quedan algunas casas en pie y algunos de sus supervivientes se encuentran en refugios improvisados.
Labores de rescate aún no llegan
Las labores de rescate se han visto obstaculizadas por el corte de un cable de comunicaciones submarino, que ha dejado a este archipiélago del Pacífico casi aislado del mundo.
De acuerdo con el ministro de Asuntos Exteriores de Nueva Zelanda, el cable necesitará «al menos cuatro semanas» para ser reparado tras los daños causados por la erupción volcánica.
Mientras tanto, el representante de UNICEF en el Pacífico anunció que están «preparados» para proporcionar suministros y apoyo al Gobierno y a su población. El Programa Mundial de Alimentos también está intentando enviar ayuda humanitaria.
