Una niña de 12 años falleció luego de asistir a una pijamada con amigas en el municipio donde residía, en circunstancias que aún están siendo esclarecidas por las autoridades. Aunque inicialmente se pensó en un accidente doméstico, los investigadores no descartan la posibilidad de un homicidio, ya que algunas evidencias recolectadas en el lugar levantaron sospechas sobre la forma en que ocurrieron los hechos. La menor fue llevada sin signos vitales a un centro médico, donde los médicos no pudieron hacer nada por salvarla.
Este trágico caso ha encendido las alarmas sobre la protección de niñas, niños y adolescentes en encuentros sociales aparentemente inofensivos. Organismos de infancia y adolescencia han pedido mayor responsabilidad por parte de adultos y acompañantes, así como una investigación rigurosa para esclarecer lo ocurrido. La comunidad exige justicia, mientras el país se enfrenta a una creciente preocupación por la seguridad de los menores en entornos cotidianos.




