Una tragedia ocurrió en Bucaramanga, cuando un niño de cinco años falleció tras sufrir una descarga eléctrica al pisar una cuerda que contenía corriente. El pequeño, que jugaba cerca de su hogar en un barrio del norte de la ciudad, no pudo evitar el contacto con el cable que, según las primeras investigaciones, había sido dejado accidentalmente en el suelo por un desperfecto en las instalaciones eléctricas cercanas. A pesar de los esfuerzos de los vecinos y familiares para brindarle ayuda, el menor fue declarado muerto a su llegada al hospital debido a la magnitud de la descarga.
Este fatal accidente ha causado una profunda consternación en la comunidad, que exige mayor control y medidas preventivas en la infraestructura eléctrica de la ciudad para evitar que tragedias como esta se repitan. La muerte del niño ha puesto en evidencia las condiciones de riesgo que algunos sectores de Bucaramanga enfrentan debido a la falta de mantenimiento adecuado en los servicios públicos, generando un llamado a las autoridades locales y a las empresas de electricidad para tomar acciones urgentes que protejan a la población más vulnerable, como los niños, de estos peligros.