La vereda Loma de Chacuas, en la ciudad de Ipiales, se convirtió en el epicentro de la tradición y la cultura con la realización del evento Chagra, Sapiencia Alimentaria: Cocinatorio y Conversatorio.
Esta actividad, que combinó prácticas culinarias ancestrales y un diálogo profundo sobre la herencia alimentaria de nuestra región, dejó una huella imborrable en más de 20 participantes que vivieron una experiencia inmersiva en el corazón del sur de Nariño.
Liderado por el chef y gestor cultural Álvaro David Revelo, el evento fue una celebración de la chagra como símbolo de conexión con la tierra y las prácticas que han sostenido a las comunidades andinas durante siglos. Los asistentes participaron en un recorrido por la chagra, conocieron sus secretos, recolectaron ingredientes y, al calor de las tulpas, prepararon platos tradicionales mientras escuchaban historias que resaltaron el valor de la cocina tradicional como patrimonio cultural.
Cultivo
Álvaro David Revelo, señaló que, «este evento es un homenaje a nuestras raíces. La chagra es más que un espacio de cultivo; es un lugar de aprendizaje, de memoria, de identidad. Ver a tantas personas emocionarse y comprometerse con nuestras tradiciones me llena de esperanza para seguir trabajando por la preservación de nuestra cultura alimentaria.»
Por su parte, una de las participantes, Karol Yaqueno, expresó su experiencia, «este evento me llevó a valorar de una forma diferente lo que consumimos a diario. Aprender sobre la chagra y cocinar en comunidad fue un regalo que me reconectó con mi historia y mi territorio. Es algo que todos deberíamos vivir al menos una vez.»
El evento concluyó con un conversatorio que reunió a los asistentes en torno a la importancia de preservar y transmitir el conocimiento ancestral a las nuevas generaciones. Las reflexiones compartidas fortalecieron la idea de que la cocina es un puente entre el pasado y el futuro, y un medio para construir una identidad regional más sólida.
El éxito del Chagra, Sapiencia Alimentaria: Cocinatorio y Conversatorio es un llamado a continuar promoviendo actividades que celebren y rescaten nuestra riqueza cultural. Este evento, más allá de la gastronomía, fue una experiencia de aprendizaje, conexión y orgullo por nuestras raíces.




