Durante la madrugada del domingo 29 de junio, se vivieron momentos de tensión en la carrera 23 con calle 13, sector de La Luna, en pleno centro de Cali. Varios trabajadores de bares, discotecas y otros establecimientos nocturnos realizaron un plantón y quemaron objetos sobre la vía pública como forma de protesta contra las nuevas medidas restrictivas impuestas por la Alcaldía.
Los manifestantes, en su mayoría meseros, DJs, personal de seguridad y trabajadores del entretenimiento nocturno, expresaron su inconformidad por los recientes cambios en los horarios de funcionamiento, los cuales, aseguran, están afectando gravemente su estabilidad económica y la de sus familias.
En medio del plantón, que se desarrolló durante más de una hora, los participantes encendieron fogatas con muebles viejos, cajas y basura, lo que obligó a la intervención de las autoridades. Sin embargo, no se reportaron capturas ni enfrentamientos graves, gracias a la mediación de unidades de la Policía Metropolitana de Cali.
La protesta fue una respuesta directa al decreto expedido por la administración distrital, que reduce los horarios de funcionamiento de establecimientos nocturnos en varias zonas de la ciudad. Según los trabajadores, la medida fue tomada sin previo diálogo con el gremio, lo que ha generado incertidumbre y descontento generalizado.
“Nos están dejando sin trabajo, sin previo aviso y sin alternativas. No es justo que de la noche a la mañana cambien las reglas sin escucharnos”, dijo uno de los manifestantes que pidió no revelar su nombre por temor a represalias. La comunidad exigió mesas de concertación urgentes para revisar los alcances del decreto.
En medio de este panorama, se conoció el nombramiento de Jorge Moreno como nuevo subsecretario de Inspección, Vigilancia y Control (IVC), en reemplazo de Javier Garcés. Moreno tendrá la responsabilidad de liderar los diálogos con el gremio nocturno y buscar acuerdos que beneficien tanto la seguridad como la economía de quienes dependen del trabajo nocturno.
Desde la Alcaldía se reiteró que las medidas buscan garantizar el orden y la seguridad ciudadana, especialmente en zonas de alta conflictividad como La Luna, El Calvario y Alameda. No obstante, también se anunció que las medidas podrían ser revisadas si se logran consensos en las mesas de trabajo propuestas.
El gremio nocturno, que agrupa a cientos de trabajadores independientes, empresarios y pequeños comerciantes, considera que la administración debe adoptar una postura más conciliadora. “No queremos caos, queremos ser escuchados”, expresó una representante de los bares de Alameda.
Las protestas se han venido gestando desde hace semanas, pero la quema de objetos fue una señal de que el descontento ha escalado. Aunque no hubo actos vandálicos graves, la imagen de las llamas en plena vía pública evidenció el nivel de frustración que vive este sector.
Organizaciones civiles han exhortado a la Alcaldía a evitar decisiones unilaterales que afecten el empleo formal. “Si se debilita la economía nocturna, aumentará el trabajo informal y la inseguridad. Necesitamos rutas claras para proteger tanto el orden público como el sustento de miles de familias”, señaló una ONG local.
Mientras tanto, la ciudadanía permanece dividida entre quienes apoyan las restricciones por razones de seguridad y quienes abogan por el derecho al trabajo y a la libre empresa. Lo cierto es que el nuevo subsecretario Jorge Moreno tendrá el reto de tender puentes y evitar que futuras noches en Cali terminen entre llamas y reclamos.



