En un lamentable suceso ocurrido el 16 de noviembre, una violenta tormenta sorprendió a un grupo de excursionistas que recorría el circuito “O” en el Parque Nacional Torres del Paine, en la región de Magallanes, Chile. La combinación de intensas nevadas y vientos superiores a 190 km/h aisló a varias personas en el sector denominado Los Perros, donde finalmente se confirmó la muerte de cinco turistas extranjeros.
Las víctimas pertenecían a México, Alemania y Reino Unido: una pareja de médicos mexicanos (Cristina Calvillo Tovar y Julián García Pimentel), dos ciudadanos alemanes (entre ellos la ginecóloga Nadine Lichey), y una británica (Victoria Bond, profesional de relaciones públicas).
Las causas del deceso han sido atribuidas a hipotermia, según confirmó la Fiscalía regional, que también informó que hay al menos 27 personas con lesiones leves.
Además, el episodio ha desatado una fuerte polémica en torno a la Corporación Nacional Forestal (CONAF), ya que admitió que no había guardaparques en el lugar del incidente durante la tormenta. La razón es que dos funcionarios bajaron del parque para ir a votar en las elecciones del 16 de noviembre, y no regresaron a tiempo al campamento.
CONAF ha iniciado una investigación administrativa para esclarecer las circunstancias del suceso. Por su parte, la fiscalía llamará a declarar al director regional de la entidad y a representantes de la empresa Vértice, que opera varios refugios dentro del parque.
Este incidente ha puesto nuevamente sobre la mesa el debate sobre la seguridad en zonas remotas de alto riesgo climático y la preparación institucional para emergencias en lugares con condiciones geográficas extremas.
