David Góngora, Anthony Astaiza y Alan Torres estarán presentes en el Torneo Futuros Talentos.
El municipio de Patía, ubicado al sur del departamento del Cauca, celebra con orgullo la destacada participación de tres talentosos jóvenes patianos en el Deportivo Pasto, quienes competirán en el prestigioso Torneo Nacional Futuros Talentos que se llevará a cabo en la histórica ciudad amurallada de Cartagena, en el departamento de Bolívar.
Los ‘Volcánicos’, dirigidos por el experimentado entrenador patiano Fabio German López Araújo, ya se encuentran en Cartagena ultimando detalles para enfrentar este importante certamen deportivo. La presencia de estas promesas del balompié caucano, no solo enriquece al equipo, sino que también pone en alto el nombre de Patía en el ámbito futbolístico nacional.
Entre los destacados futbolistas se encuentran:David Góngora, hijo del recordado Marcel Góngora, quien aporta su pasión y habilidades al equipo. Anthony Astaiza, nieto del reconocido jugador patiano Alex Sánchez, continúa con el legado familiar en el fútbol y Alan Torres, proveniente del Floralia Futbol Club del corregimiento de La Fonda, representa a su comunidad con orgullo y determinación.
El estratega Germán López indicó queel fútbol es, en muchos países, el deporte más importante y seguido por niños y adultos, levantando auténticas pasiones. Pero, además, es un deporte muy beneficioso para el desarrollo de los más pequeños de la casa.
El técnico explicó: “Desde que el bebé sepa andar, es bueno darle una pelota para que aprenda a darle patadas o tirarla con la mano, ya que esto favorece su motricidad gruesa, su equilibrio y su coordinación. Por lo tanto, puede empezar a patear una pelota desde los 12 meses.No obstante, si hablamos de jugar al fútbol en un equipo de verdad, como práctica deportiva dirigida, es conveniente esperar a los 5 años, cuando el desarrollo del niño, tanto físico como mental, le permite seguir el juego y aprovechar todos sus beneficios”, enfatizó.
Por último, manifestó: “Nunca hay que presionar al niño ni forzarle para que sea el mejor, así como tampoco regañarle si juega mal o pierde un partido. No se trata de que nuestro hijo sea el próximo Messi, sino de que sea feliz y disfrute jugando al fútbol”.

