TORMENTA  GUBERNAMENTAL

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La relación entre el Concejo Municipal y la Administración Municipal atraviesa su momento más tenso. Palabras como “guerra” y “traidores” se han convertido en el reflejo de un ambiente político caldeado, en el que las mayorías dentro del Concejo decidieron declararse en oposición. Movimientos y partidos como MAIS, Comunes, Colombia Humana, ASI, Liberales, Conservadores, Cambio Radical y la U se sumaron a esta postura, poniendo en jaque la gobernabilidad local.

Control político en el centro del conflicto

De acuerdo con la Constitución Política de Colombia, en su artículo 313, el Concejo tiene la responsabilidad de ejercer control político sobre la administración municipal. Esto incluye la posibilidad de citar a secretarios, jefes de departamento administrativo y representantes de entidades descentralizadas, así como al personero y al contralor, siempre que exista un cuestionario escrito presentado con cinco días de antelación, según lo establece la Ley 136 de 1994 en su artículo 38.

En este escenario, la moción de observaciones emerge como un mecanismo que los concejales podrían emplear para cuestionar la gestión del alcalde. Sin embargo, tiene limitaciones respecto a funcionarios con autonomía como los personeros y contralores. El uso de estas herramientas abre la puerta a un pulso político que puede transformar por completo el panorama de gobernabilidad del municipio.

Una disputa con alto costo político

El hecho de que múltiples fuerzas políticas se unan en oposición plantea serias consecuencias: desde la dificultad para aprobar proyectos clave y políticas municipales, hasta un creciente desgaste en la imagen de la administración ante la ciudadanía. La confrontación podría convertirse en un obstáculo para el desarrollo de programas estratégicos, debilitando la gestión pública y alimentando la percepción de parálisis institucional.

En medio de la confrontación, surge la pregunta que muchos ciudadanos se hacen: ¿la crisis se le está saliendo de las manos al alcalde Juan Carlos Muñoz o al presidente del Concejo, Alex Trujillo? Mientras el primero enfrenta cuestionamientos sobre su capacidad para construir consensos, el segundo se convierte en figura clave en la consolidación de una oposición que ya mostró dientes.


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