Andrés Vera celebró el segundo lugar en un evento que exaltó la cultura del departamento.
El pasado 21 y 22 de junio, Ibagué fue el epicentro del Encuentro Departamental de Danza y Música Tradicional, una fiesta que reunió a 21 agrupaciones de igual número de municipios del Tolima. Durante dos días, el público disfrutó de espectáculos llenos de color, tradición y talento.
Este evento no solo fue un espacio de competencia, sino una vitrina de los procesos de formación artística que se adelantan en las regiones, resaltando el trabajo comunitario y el rescate de las raíces culturales. El desfile de comparsas en San Juan aportó un componente visual y alegre que fortaleció el espíritu del encuentro.
La agrupación de Fresno se llevó el primer lugar por su puesta en escena sólida, sensible y con profundo arraigo tolimense. Jóvenes en formación sorprendieron al jurado y ganaron el derecho a representar al departamento en el 35º Festival de Festivales Guillermo Giraldo Rengifo. “Este proceso lo han llevado niños y jóvenes que no son bailarines profesionales, pero sí artistas con compromiso y pasión”, afirmó Edilson Gómez, su director.
Rioblanco, con una presentación vibrante, se quedó con el segundo puesto y el premio a mejor comparsa. Andrés Vera, representante de la delegación, destacó el impacto del trabajo constante y el respaldo de las instituciones. “Rioblanco demuestra que es arte, cultura y tradición”, expresó con orgullo.
Por su parte, la agrupación de Ibagué ocupó el tercer lugar, reafirmando el papel de la capital tolimense como referente en formación y manifestación artística.
Cada agrupación participante dejó en evidencia la fuerza del trabajo colectivo en los territorios. Más allá de la competencia, el evento logró consolidar la identidad tolimense a través del arte. Las presentaciones reflejaron disciplina, amor por la cultura y la necesidad de continuar apoyando estos procesos que siembran futuro en las nuevas generaciones.
El Encuentro Departamental de Danza y Música Tradicional reafirma al Tolima como un territorio líder en diversidad cultural, en donde el folclor no solo se celebra, sino que se vive con orgullo.




