Se confirmó que este viernes 2 de agosto se registró un ataque con drones en contra del Ejército Nacional, específicamente en la base militar de Casa Verde, ubicada en zona rural de Ataco, Tolima.
Según el reporte dado a conocer por las autoridades, un militar resultó herido tras los hechos, que se atribuyen a las disidencias de las Farc, grupo que delinque en esta zona del Tolima.
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A esta hora las tropas se encuentran realizando verificaciones en la zona y están en alerta permanente para evitar cualquier otra situación que comprometa la seguridad en esta parte del sur del Tolima. Esta acción deja ver que las estructuras del GAO-r continúan su accionar delictivo y terrorista.
Cabe señalar que hace pocos días, el ministro de la Defensa, Iván Velásquez, dijo que “necesitamos incrementar capacidades, ya tenemos algo, insuficiente, pero tenemos en equipos antidrones. Hay una alerta, los hechos que han sucedido en los últimos días que desde los drones se lanzan granadas afortunadamente no ha habido consecuencias para los soldados”.
El coronel Carlos Luque, comandante de la Sexta Brigada del Ejército, muestra el dron que utilizaron disidencias Farc para atacar a la Fuerza Pública en la base militar de Casa Verde, ubicada en zona rural de Ataco, Tolima. pic.twitter.com/Qqa1q4aIPp
— Mauricio Vanegas (@Marovaan) August 2, 2024
Por eso, añadió que se está adelantando todo el proceso para adquirir más equipos que permitan que permitan neutralizar los ataques con drones en diferentes zonas del país.
“Estamos en esa identificación y también en una cooperación entre Policía y Fuerzas Militares, la Policía ahora tiene una mayor agilidad y capacidad de adquisición, esa coordinación que se viene desarrollando”, agregó el ministro.
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Por otro lado, soldados del Batallón Especial Energético y Vial de la Cuarta Brigada ubicaron y destruyeron de manera controlada cuatro unidades de producción minera, maquinaria, nueve motores y cuatro dragas tipo buzo, que se empleaban para extraer de forma ilícita oro, sobre el río Santo Domingo, localizado en la vereda El Remolino, municipio de Alejandría, Antioquia.
Con la destrucción del material incautado se logra minimizar el impacto ambiental causado por la deforestación de 600 árboles y un área de 16.500 m³ de subsuelo removido, para el cual se estima un tiempo de recuperación vegetal de 40 años, al igual que el cauce normal del río Santo Domingo.
Así mismo, se afectan las fuentes de financiación de la Subestructura Pacificadores de Samaná, con los cuales la organización criminal fortalecía su capacidad bélica y armada, con el propósito de cometer acciones delictivas contra la Fuerza Pública y la población civil.

