En las últimas décadas, la extorsión se ha convertido en una sombra que oscurece la vida económica y social de Colombia. Esta problemática, que alguna vez fue localizada en áreas específicas, ha crecido hasta convertirse en una crisis nacional, afectando a la mayoría de las ciudades y municipios del país. La extorsión, perpetrada por grupos criminales, está obligando a numerosos comerciantes a cerrar sus tiendas de barrio, desencadenando una profunda crisis económica que golpea especialmente a las personas más necesitadas.
Los datos son alarmantes. En Barranquilla, por ejemplo, aproximadamente 200 tiendas de barrio han cerrado sus puertas en los últimos años debido a la presión de estos grupos criminales. Sin embargo, el problema no se limita a esta ciudad.
Comercios
Estas tiendas no solo representan puntos de venta accesibles para los residentes de estratos 1, 2 y 3, sino que también son centros de interacción social y de acceso al crédito para aquellos que no pueden pagar al contado. En muchos casos, las tiendas de barrio permiten transacciones diarias que van desde un cuarto de aceite hasta un puñado de arroz, ofreciendo a las familias una forma de sobrevivir en medio de la adversidad económica. Como explica el experto en seguridad Luis Trejo, estas tiendas son fundamentales para la cohesión social y económica de las comunidades.
El cierre de estos establecimientos priva a los residentes de un recurso esencial para su sustento diario y desarticula el tejido social de los barrios más necesitados. La crisis económica resultante no solo afecta el acceso a bienes básicos, sino que también profundiza la desigualdad y la pobreza en el país. A pesar de los esfuerzos de las autoridades, que han reportado la captura de 112 personas este año por delitos relacionados con la extorsión, la situación sigue empeorando. La Alcaldía de Barranquilla ha notado un aumento en las denuncias de extorsión, lo que indica una creciente confianza del público en las fuerzas del orden, pero también subraya la magnitud del problema. Es imperativo que se implementen medidas más efectivas para combatir esta ola de violencia.