En Colombia los tenderos son los protagonistas de la economía local, pues tienen sus establecimientos abiertos al público domingo a domingo, más de 12 horas y tienen la preferencia de la gente por su cercanía.
Así lo afirma Rodrigo Duque, director de Agro y Micro de Fincomercio, quien destacó que las tiendas “son los lugares que más tráfico tienen en los barrios, velan también por la seguridad de sus vecinos, reconocen las personas del sector, muchos son líderes comunitarios dentro de sus localidades por ese mismo conocimiento, y se esfuerzan por tener lo último que tenga el mercado en precios cómodos y medidas pequeñas”.
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En ese orden de ideas, el experto dio algunas recomendaciones para que el manejo de las finanzas de la tienda sea el ideal.
Presupuesto y efectivo
Por un lado, hay que establecer un presupuesto detallado que incluya todas las categorías de ingresos y gastos, como costos de mercancía, alquiler, servicios públicos, entre otros. No olvidar revisarlo y ajustarlo periódicamente.
También hay que llevar un registro preciso de todas las entradas y salidas de dinero. Es vital llevar el registro de ventas diarias en un cuaderno o en un sistema contable automatizado.
Se debe establecer planes de ahorros con objetivos claros que permitan alcanzar proyectos personales y empresariales.
Además, se debe considerar la posibilidad de consultar con un contador o asesor financiero para obtener una perspectiva externa y asesoramiento sobre la gestión financiera de su tienda.
Por otra parte, es bueno consultar de forma continua los beneficios que tiene su Cooperativa, que favorezcan en tarifas exclusivas o coberturas especiales por pertenecer a la entidad.
A planificar
También se debe asegurar de cumplir con todas las obligaciones fiscales y de aprovechar cualquier incentivo o deducción disponible; o separar las finanzas personales de las del negocio.
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Igualmente, hay que ser cuidadoso con los préstamos, acudir a entidades de confianza y sólidas que puedan ofrecer características y condiciones claras y justas.
Evitar realizar compras de insumos para el negocio con tarjetas de crédito, ya que las tasas son más altas y sale más costosa la inversión. Además, no tomar varios créditos al mismo tiempo, tener en cuenta los ingresos y la capacidad de pago al tomar préstamos.
Finalmente, mantener un fondo de reserva para emergencias y fluctuaciones estacionales, pues esto ayudará a enfrentar imprevistos sin afectar la operación diaria; y evaluar qué productos rotan más que otros, para determinar la línea que más debe surtir.




