Una ola de violencia sacudió a la capital vallecaucana este lunes 4 de agosto, dejando un saldo trágico de siete personas asesinadas en distintos puntos de la ciudad. Todos los casos se registraron en menos de 24 horas, encendiendo las alarmas de las autoridades y de la comunidad caleña, que exige respuestas y acciones inmediatas.
Las víctimas fueron identificadas como hombres adultos de entre 20 y 44 años de edad. Según información preliminar, seis de ellos fueron atacados con arma de fuego y uno fue asesinado con arma blanca. La escalada violenta se extendió por barrios del norte, sur, oriente y occidente de la ciudad, mostrando un patrón de homicidios sin conexión aparente entre sí.
El primer crimen ocurrió en el barrio Nuevo Tequendama, donde un joven de 24 años fue atacado a tiros en plena vía pública. Testigos aseguran que los responsables huyeron en una motocicleta. Horas más tarde, en Pance, un hombre de 30 años fue baleado frente a un centro comercial.
En El Jardín, otro hombre de 29 años fue víctima de sicarios que le dispararon en varias ocasiones mientras caminaba hacia su residencia. En Comfenalco, un hombre de 44 años fue hallado sin vida dentro de su vehículo, con múltiples impactos de bala en el rostro y el tórax.
La violencia continuó en el barrio Mónica, donde la víctima fue acuchillada en medio de una riña. El caso genera preocupación por el uso de armas blancas y la falta de control en zonas de alta conflictividad. En Nueva Base, se registró otro asesinato con arma de fuego, el sexto del día, y en Mario Correa, un joven de 20 años fue ultimado cuando se encontraba reunido con un grupo de amigos.
La Secretaría de Seguridad de Cali informó que se están adelantando las respectivas investigaciones para esclarecer los móviles de cada uno de los casos. Se presume que algunos de estos homicidios podrían estar relacionados con ajustes de cuentas, disputas territoriales por microtráfico o venganzas personales.
“Estamos reforzando los frentes de seguridad y trabajando con la Policía y la Fiscalía para dar con los responsables. Es inaceptable que en un solo día se registren siete asesinatos”, afirmó el secretario de Seguridad, quien también pidió la colaboración ciudadana para identificar a los autores de estos crímenes.
Por su parte, la Policía Metropolitana de Cali desplegó operativos especiales en los barrios donde se presentaron los hechos violentos. También se incrementó la vigilancia con patrullajes y puestos de control, mientras unidades de inteligencia analizan las cámaras de seguridad en los sectores afectados.
Organizaciones sociales y líderes comunitarios rechazaron enérgicamente la jornada violenta y exigieron medidas estructurales que aborden las causas profundas de la criminalidad, como la pobreza, el desempleo, la exclusión social y la falta de oportunidades para los jóvenes.
La comunidad caleña se mantiene en estado de alerta y consternación por el recrudecimiento de la violencia. La alcaldía ha convocado un consejo extraordinario de seguridad para tomar decisiones urgentes que permitan contener esta ola de homicidios que enluta nuevamente a la capital del Valle.
