En el municipio de La Cruz, Nariño, dos mujeres decidieron convertir la curiosidad y la pasión en una fórmula para desafiar los límites de la cerveza artesanal. Así nació Cervecería Terra Cruz, un proyecto que combina la precisión científica con la sabiduría tradicional, logrando un producto que refleja el carácter y la identidad de su tierra.
Al frente se encuentra Sandra Rangel, ingeniera química, quien junto a su socia ha creado una propuesta que honra el arte de fermentar sin atajos industriales. Las cervezas de Terra Cruz no contienen conservantes ni agentes químicos, y no se someten a procesos de pasteurización, conservando así la pureza de los ingredientes y la autenticidad del sabor.
Cada variedad es una experiencia sensorial: desde la Blonde Ale de maracuyá o hierbabuena, hasta la Saison de mora, la American Pale Ale de jengibre, la versión tradicional, y la intensa Stout de café. En todas, se percibe el equilibrio entre técnica y territorio, entre innovación y raíces.
Más que una bebida, Terra Cruz es un relato de emprendimiento femenino que reivindica el valor de la ciencia aplicada al sabor, de la química al servicio del arte.
En cada sorbo, late la historia de un pueblo que se atreve a crear con identidad, desde las montañas del sur.
