El rápido progreso de China en el desarrollo de semiconductores afectará a los consumidores al ampliar la variedad y disponibilidad de dispositivos electrónicos. Con el aumento de solicitudes de patentes e inversiones en su sector de semiconductores, los consumidores chinos pueden esperar una gama más amplia de opciones asequibles en teléfonos inteligentes, ordenadores portátiles y tecnologías domésticas inteligentes. Este aumento de la producción puede incrementar la competencia entre las marcas chinas y otras internacionales.
Las crecientes tensiones entre EE.UU. y China y las restricciones a las exportaciones de chips estadounidenses están empujando a las empresas chinas a desarrollar sus propias soluciones de forma más agresiva. Aunque las empresas estadounidenses están actualmente a la vanguardia de la tecnología, los esfuerzos chinos podrían impulsar los productos chinos hacia una mayor calidad y rendimiento. Esta evolución intensificará la competencia para las empresas tecnológicas estadounidenses y podría reducir sus márgenes de beneficio a medio y largo plazo.
Al mismo tiempo, las tensiones entre Estados Unidos y China podrían impulsar más inversiones en instalaciones de producción en suelo estadounidense. El cambio de Apple a la producción doméstica en EEUU también podría inspirar a otras empresas tecnológicas a seguir su ejemplo, abriendo la puerta a nuevas inversiones en fabricantes de semiconductores estadounidenses.”




