Lo que parecía una jornada más de espera por el suministro de agua en Pitalito se convirtió en una escena de inconformidad ciudadana. Cientos de habitantes, cansados de las largas filas bajo el sol, denunciaron que un carrotanque de Empitalito habría llegado primero a la vivienda de una funcionaria de la entidad, mientras el resto de usuarios aguardaba desde las tres de la tarde para recibir el servicio.
La situación, grabada y difundida en redes sociales, encendió la indignación colectiva. Vecinos afirmaron que no es la primera vez que ocurre algo similar y exigieron explicaciones ante lo que calificaron como “una falta de respeto con la comunidad”. “Nosotros llevamos horas esperando, y resulta que a la funcionaria sí le llega el agua primero. Eso es injusto”, expresaron varios afectados.
Llamado
La controversia ha puesto en el centro del debate público a las Empresas Públicas de Pitalito (Empitalito), en cabeza de su gerente, Carolina Calderón, de quien la comunidad espera un pronunciamiento claro y transparente.
Líderes barriales y presidentes de juntas de acción comunal pidieron que se aclare el procedimiento de distribución del agua en los sectores más afectados por el desabastecimiento. “Queremos saber si hay una lista de prioridades, quién la define y bajo qué criterios. Si se está beneficiando a funcionarios, es una falta de ética y un abuso de poder”, señalaron los voceros comunitarios.
El suministro de agua en Pitalito ha sido motivo de reclamos constantes durante las últimas semanas. La escasez, producto de fallas técnicas y alta demanda, ha llevado a que Empitalito disponga de carrotanques para mitigar la emergencia, pero la distribución irregular ha generado molestia entre los usuarios.
En barrios como Paraíso, Las Acacias y San Antonio, los residentes denuncian que los vehículos de abastecimiento no siguen un orden equitativo. Algunos sectores reciben agua con frecuencia, mientras otros deben esperar días enteros. “Si hay emergencia, que sea igual para todos. No puede haber privilegios por cargos o relaciones internas”, comentó una habitante afectada.
Exigen control
Ante la presión ciudadana, se espera que Empitalito emita un comunicado oficial en las próximas horas. La comunidad insiste en que el manejo del recurso hídrico debe ser completamente transparente y bajo supervisión pública.
Los habitantes piden además la intervención de la Personería Municipal y la Contraloría, para verificar si existen irregularidades en la asignación de los carrotanques. “El agua es un derecho, no un favor. Queremos respeto y justicia en el servicio”, concluyeron los vecinos.
Mientras tanto, el silencio institucional de Empitalito aumenta el malestar en las calles, y la ciudadanía mantiene su exigencia: respuestas claras y un servicio justo para todos.
