El Parlamento haitiano aprobó por mayoría una moción para destituir al primer ministro interino Michel Patrick Boisvert, quien había asumido temporalmente tras la salida del Consejo Presidencial. La medida fue justificada por presuntas irregularidades administrativas y falta de capacidad para enfrentar la crisis de seguridad que azota al país, especialmente en Puerto Príncipe, donde las pandillas mantienen el control de varios sectores.
Boisvert rechazó la decisión y aseguró que se trató de un “golpe político” por parte de sectores que se resisten a las reformas impulsadas por el gobierno provisional. La comunidad internacional, en especial la ONU y la Comunidad del Caribe, se mostró preocupada por la nueva inestabilidad, justo cuando se esperaba el inicio del despliegue de una misión multinacional liderada por Kenia. Haití sigue sumido en una crisis humanitaria, institucional y de seguridad sin precedentes.
