El embajador en Washington respondió acusaciones a la senadora Salazar quien había descripto la supuesta instalación de una fábrica militar como «un pacto con el diablo». El rol de la estación espacial de Neuquén
La guerra comercial desatada entre Estados Unidos y China desató un nuevo eje de tensión en la relación de la Argentina con Washington: el gobierno de Alberto Fernández rechazó las acusaciones de un supuesto «pacto con el diablo» de Beijing por eventuales vínculos militares y minimizó una dura advertencia que llegó desde el Congreso norteamericano.
Apenas una semana después de que la senadora republicana María Elvira Salazar denunciara un «pacto con el diablo» por los supuestos acuerdos militares entre la Argentina y China, el embajador argentino en Washington, Jorge Argüello, envió una carta a la legisladora norteamericana en donde calificó de «agraviantes» e «inexactas» las acusaciones lanzadas.
El pasado 28 de febrero en una reunión de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, la representante del partido Republicano advirtió que la Argentina estaría haciendo «un pacto con el diablo» por la supuesta idea de construir una fábrica de aviones cazas chinos en el país para exportarlos a toda Latinoamérica.
Para Salazar, «la cooperación militar con China sería un pacto con el diablo que puede tener consecuencias de proporciones bíblicas». Además, señaló: «Si deciden construir una fábrica de aviones, de cazas de guerra chinos, es una muy mala idea para ellos, y para todo lo que tiene que ver con la relación con Estados Unidos».
También la senadora republicana se refirió a Cristina Kirchner como la «presidenta» y alertó también que «su presidente (Alberto Fernández) están haciendo un pacto con el diablo que puede tener consecuencias de proporciones bíblicas. EEUU no se va a quedar con los brazos cruzados, porque no se puede tener un aliado que fabrique y exporte aviones militares chinos y que los venda a los vecinos», señaló.
El texto de la carta
Ante estas acusaciones, el embajador Argüello le envió una carta, a la que tuvo acceso El Cronista, donde le respondió a Salazar que «no hay, en la Argentina, ninguna infraestructura o presencia militar de una potencia extra regional, con excepción de aquella que corresponde a la ocupación ilegal de las Islas Malvinas por parte del Reino Unido».
Fue la primera frase de Argüello ante la denuncia directa de la senadora Salazar que había mencionado una presunta posibilidad del gobierno de Alberto Fernández de comprar aviones de combate chinos JF-17 y fabricarlos en Argentina «en fábricas chinas especialmente construidas para la ocasión».
Además, el embajador Argüello se refirió a la polémica estación de observación espacial CLTC-CONAE que China radicó en Neuquén. Dijo que visitó personalmente el lugar y destacó que esa estación espacial «posee exactamente las mismas características que la operada por la Agencia Espacial Europea en nuestro país, a menos de 300 millas de allí».

