Tendencias sostenibles para hacer frente a la crisis ambiental

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Por lo menos desde hace 50 años, los científicos han venido alertando sobre el cambio acelerado del clima del planeta por causa de la actividad humana. Las noticias de los últimos tiempos evidencian que el otrora llamado de alerta ya es una realidad latente a la que debemos hacer frente como sociedad. Acuerdos internacionales para paliar la situación se han hecho en cantidades, sin embargo, la tendencia de la temperatura planetaria sigue en aumento.

El último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de la ONU indica que las actividades humanas son responsables del calentamiento del planeta en 1,1 grados centígrados desde 1900; de seguir igual, en 20 años el planeta superará los 1,5°C o más. Las consecuencias ya las estamos experimentando: solamente en las últimas semanas se conoció que la Tierra registró la temperatura promedio más alta desde que se miden, y hace unos días la revista Nature publicó un estudio que reporta cambios en el color de los océanos por el efecto del cambio climático inducido por el ser humano.

Camilo Mejía, director del Centro de Innovación y Desarrollo Sostenible de Uninorte, explica que, en el camino de tomar acciones, las tendencias en sostenibilidad para hacer frente a la problemática se centran en cinco ejes: soluciones basadas en aprovechar el potencial de los mismos ecosistemas naturales; financiación de proyectos sostenibles; generación de reportes de sostenibilidad por parte de las empresas; procesos de transición energética; y mitigar el calentamiento social, referido a las condiciones adversas en las que vive gran parte de la población.

Según Mejía, solo en recursos dispuestos a nivel mundial para la lucha contra el cambio climático, según la iniciativa PRI (Principios de Inversión Responsable), hay alrededor de 300 trillones de dólares dirigidos a financiar proyectos sostenibles, de los cuales apenas el 30 % se está ejecutando efectivamente para este propósito. Son recursos a los que las empresas de todo el mundo podrían acceder para hacer el tránsito a un modelo sostenible.

“Hay mucho dinero disponible, el problema es que los grandes inversionistas toman decisiones con base en buena información, que generalmente se documenta a través de los reportes de sostenibilidad. Necesitamos que las organizaciones hagan y presenten sus reportes de sostenibilidad”, asegura.

El Informe de sostenibilidad CxO 2023 de Deloitte, que mide la percepción de los altos ejecutivos de las compañías más importantes del mundo, indica que, durante el último año, los ejecutivos globales han enfrentado una serie de desafíos de sostenibilidad. Los C-suite (CxO), que se refiere a los puestos de alta dirección de una empresa, indican que la preocupación por el cambio climático sigue siendo una prioridad para sus organizaciones.

Avances de organizaciones

Desde el año 2000, la ONU creó la iniciativa corporativa más grande por la sostenibilidad, denominada Pacto Global, con un llamamiento para que las empresas adopten 10 principios universales, entre ellos la protección ambiental. Mauricio López, director ejecutivo de la Red Pacto Global Colombia, señala que el compromiso de estas empresas es el cumplimiento de estos principios y los señalados en la Agenda 2030 de sostenibilidad.

“Existe una obligación fundamental, que es la de comunicar sus desempeños. Esos informes se han convertido en una buena práctica, no solo de información, sino también de formación y de referencia de cómo se hacen las cosas para servir de inspiración. Además, al ser públicos, garantizan un ambiente de transparencia para el escrutinio de toda la sociedad”, agrega. Aunque el país ha avanzado en la cultura de sostenibilidad empresarial, todavía no se ha logrado al ritmo necesario.

La Red Colombiana del Pacto Global, que promueve la apropiación de la cultura en sostenibilidad en las organizaciones nacionales, la conforman casi 600 empresas de todos los tamaños, más de 50 universidades, más de 20 gremios, cámaras de comercio, cajas de compensación, más de 100 organizaciones sociales.

Derechos humanos, anticorrupción, agricultura y alimentación, principios de manejo responsable en gestión —solo para universidades—, salud, industria extractiva, gestión climática, gestión hídrica, red de residuos sólidos, empoderamiento de la mujer, inclusión y diversidad, lucha contra el trabajo infantil, moda sostenible, comunicación y biodiversidad, inversiones sostenibles, son algunos de los temas que se comparten en la red.

Consumidores responsables

Una de las estrategias mundiales para incentivar cambios en los modelos productivos de las empresas es que el consumidor le dé un valor agregado a aquellas compañías que se preocupan por ser responsables ambientalmente.

Obviamente, esta práctica acarrea costos adicionales para las empresas, por lo que hacerlo depende de que cuente con un mercado dispuesto a asumir este sobrecosto. Camilo Mejía explica que los consumidores nacionales son sensibles al precio, lo que desestimula la puesta en práctica de planes de sostenibilidad, pese a que cada vez hay más exigencia en cuanto a empaques y efectos nocivos de ingredientes en alimentos procesados.

“La sostenibilidad es consecuencia de unas prácticas de responsabilidad social de las organizaciones y uno de sus beneficios es que se pueden consolidar como una herramienta de gestión del riesgo, y todas las empresas tienen riesgos, por lo que uno pudiera concluir que todo tipo de organización debería trabajar en su estrategia de sostenibilidad”, agrega.


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