Ómicron, la nueva variante de la COVID-19, apareció hace un par de meses en Sudáfrica y se dio la voz de alarma. En este sentido, la presidenta de la Asociación Médica de Sudáfrica, Angelique Coetzee, aseguró que los pacientes contagiados presentaban síntomas «muy, muy leves».
Ahora, actualmente esta variante es la causante de olas de coronavirus, activando la alerta en todo el mundo por su facilidad de propagación. En estudios preliminares se ha detectado que esta nueva variante del coronavirus se propaga 70 veces más rápido en los bronquios humanos que el resto.
¿Qué síntomas provoca Ómicron?
Los primeros datos que constaban la nueva cepa eran el dolor de cabeza, la fatiga o la tos como dolencias más frecuentes. Eso sí, la Organización Mundial de la Salud – OMS advirtió en un informe del 28 de noviembre que estos «primeros casos notificados fueron de estudiantes universitarios y que las personas más jóvenes tienden a presentar un cuadro más leve de la enfermedad».
Más tarde empezaron a sumarse síntomas asociativos a esta cepa. Quien se infectaba mostraba el siguiente cuadro. Al cansancio o la tos se sumaron la congestión y la secreción nasal.
Según el Ministerio de Sanidad en España, los principales síntomas de la nueva variante son el dolor muscular, la fatiga y la cefalea aunque también se pueden tener dolores de garganta y fiebre. Ocasionalmente, en los casos más graves, la ómicron puede llegar a generar taquicardias o cansancio extremo.
Uno de los síntomas más característicos de las anteriores cepas era la pérdida del sentido del olfato. Uno de los síntomas característicos de la COVID-19 a principios de la pandemia, pero es menos frecuente con esta variante.
¿Qué medidas tengo que tomar contra Ómicron?
En este caso las medidas preventivas son las mismas que con otras variantes del coronavirus y ya son conocidas:
- Vacunación
- Uso de tapabocas
- Higiene de manos
- Mantener el distanciamiento social.




