En una aguda problemática social se está convirtiendo la proliferación de habitantes de calle en Neiva. El fenómeno que inició con personas que buscaban entre bolsas de residuos ubicadas en las calles de la ciudad y usaban los andenes como dormitorios, pasó a ser una amenaza para transeúntes de la capital, ya son recurrentes los casos de ataques perpetrados por estos sujetos.
El incidente
Mientras algunos familiares departían a las afueras de su hogar en horas de la noche, un hombre en condición de calle se acercó a pedir una moneda. Estas personas que tertuliaban al son de una carne asada y música, decidieron obsequiarle un plato de comida.
“Le dije que plata no teníamos, que mejor le daba un plato de comida porque lo otro se lo gastaba en vicio. Ante la negativa a darle dinero, me lanzó el plato por la cara y me tiró una patada. Algunos familiares lo confrontaron, pero este se puso más agresivo. Luego sacó una navaja y nos amenazó con hacernos daño”, afirmó Gloria Chavarro, agredida.
De inmediato llamaron al CAI de Santa Inés y a pesar de que hubo una respuesta inmediata, poco se pudo hacer porque el delito no se materializó y para realizar una denuncia hacia una persona sin identificación es bastante complicado.
Las cifras
Ante este panorama hay una preocupación creciente de la ciudadanía y entes gubernamentales por el aumento de esta población en condición de vulnerabilidad con problemas mentales que se convierte en un riesgo para la ciudadanía, por lo que desde diferentes instituciones se trabaja para tomar acciones preventivas.
La mayor concentración de habitantes de la calle se encontró en el centro de la ciudad debido a que allí existen las condiciones necesarias para su subsistencia; seguida por algunos corredores económicos en las periferias de la ciudad.
Pie de foto: Gloria Chavarro, afectada.




