Bogotá, 12–13 de agosto de 2025 – Colombia vivió una jornada marcada por una notable actividad sísmica: se registraron más de 15 movimientos telúricos a lo largo del día, la mayoría con magnitudes moderadas o débiles, pero distribuidos por diversas regiones del país. El municipio de Los Santos, en el departamento de Santander, figura nuevamente como uno de los epicentros recurrentes de este tipo de eventos.
Detalles de la actividad sísmica del día
Según reportes del Servicio Geológico Colombiano (SGC) recopilados por Noticias RCN, se documentó un sismo a las 5:48 p.m. con epicentro en Los Santos, magnitud de 2.3, profundidad de 135 km, y afectando zonas como Jordán y Villanueva, Santander.
Este fue solo uno de una serie de temblores registrados ese día. Otro notable ocurrió a la 1:28 a.m., también en Los Santos (magnitud 2.2, profundidad 139 km). Adicionalmente, se reportaron eventos en otras regiones —como El Carmen (Santander) y Mutatá (Antioquia)— que también contribuyeron al conteo total.
¿Por qué tantos temblores en Los Santos?
Los Santos está ubicado sobre la Mesa de Los Santos, reconocida por su alta sismicidad. Según investigaciones geológicas, esta localidad es una de las zonas con mayor concentración de movimientos telúricos en Colombia, y a nivel mundial solo la supera la región del Hindu Kush, en Afganistán.
El país se encuentra en una zona geológica inestable por la convergencia de tres placas tectónicas: la Sudamericana, la Caribe y la de Nazca. Esto genera constante tensión y liberación de energía en forma de sismos, incluso de baja magnitud.
Naturaleza e impacto de los sismos
La mayoría de los temblores del día fueron leves —magnitudes entre 2 y 2.5 en la escala convencional, profundidades entre 130 y 140 km— lo que indica que son poco perceptibles y no suponen un riesgo inmediato para la población o infraestructura.
Sin embargo, su frecuencia destaca la necesidad de la vigilancia sísmica continua. De hecho, en promedio, Colombia experimenta alrededor de 2.500 sismos al mes, es decir, unos 80 por día, aunque la mayoría son imperceptibles sin instrumentos especializados.
La actividad sísmica observada los días 12 y 13 de agosto refuerza la idea de que Colombia —y en particular regiones como Santander— vive dentro de un contexto de alta sismicidad crónica. Aunque la mayoría de estos temblores resulta insignificante desde el punto de vista del impacto, resaltar su frecuencia es clave para concienciar sobre la necesidad de preparación ante eventos mayores.



