Los teléfonos desechables, que alguna vez fueron herramientas exclusivas de espías y criminales, ahora se usan de forma habitual para disfrutar de más privacidad. Pero lo que antes era un ícono de secretismo y actividades turbias se convirtió en un arma de doble filo: es tanto un recurso para proteger la privacidad como una oportunidad para realizar estafas.
El mercado mundial de los celulares de prepago, el cual está directamente vinculado al uso de teléfonos desechables, fue valuado en 582.170 millones de dólares en 2023, y se espera que registre un crecimiento anual del 4,51% hasta 2033. Este aumento se ha visto impulsado por una mayor conciencia sobre la importancia de la privacidad digital y el deseo de poder controlar la información personal.
«Los teléfonos desechables ofrecen una sensación de privacidad, pero no están exentos de riesgos. Es verdad que pueden ofrecer protección contra el spam y el rastreo intrusivo, pero también ofrecen un escondite perfecto para estafadores y defraudadores, quienes pueden usarlos sin dejar rastro. Por eso deben utilizarse con precaución», afirma Adrianus Warmenhoven, experto en ciberseguridad de NordVPN.
Casos de uso actuales de los teléfonos desechables y sus puntos débiles
Los teléfonos desechables ya no son una herramienta secreta usada exclusivamente por espías y delincuentes. Los usuarios de la generación Z los adoptan como parte del fenómeno de desintoxicación digital y disfrutan de la privacidad sin desconectarse por completo; desafortunadamente, a menudo los usan para realizar pagos móviles y los conectan a aplicaciones adicionales. Los nómadas digitales confían en este tipo de teléfonos para gozar de una «privacidad moderada», pero su uso frecuente para trabajar, enviar mensajes o iniciar sesión puede hacerlos identificables.
Los viajeros confían en ellos para tener privacidad en el extranjero, evitar los cargos por roaming y proteger sus números principales, pero un teléfono desechable mal protegido puede convertirse con facilidad en un dispositivo de rastreo. Incluso los padres piensan que son una opción segura y de bajo costo para contactar a sus hijos en casos de emergencia, pero ignoran que estos dispositivos pueden ser vulnerados, exponiendo información personal o incluso poniendo en peligro a sus seres queridos.
«La esencia de los teléfonos desechables es ofrecer anonimato y privacidad», comenta Warmenhoven. «Pero para cumplir de verdad con ese propósito, debes usarlo única y exclusivamente para enviar mensajes de texto y hacer llamadas de emergencia. Utilizarlos como lo suele hacer la generación Z, que instala aplicaciones adicionales, vincula cuentas o añade métodos de pago, contradice su propósito. Es un error grave, pues en cuestión de días, tus patrones de uso pueden identificarse, lo que hace que tu teléfono pueda rastrearse y ponerte en una situación vulnerable».
La paradoja de la privacidad: riesgos ocultos
Si bien es cierto que los teléfonos desechables ofrecen privacidad, también conllevan peligros ocultos. Su simplicidad puede crear una falsa sensación de seguridad. Los usuarios que no tomen las precauciones necesarias pueden ser vulnerables a:
- Malware: descargar aplicaciones de fuentes no verificadas puede comprometer la seguridad del dispositivo y exponer al usuario a software infectado.
- Geolocalización: dejar activado el GPS permite a terceros monitorear los movimientos del usuario, lo que hace que una herramienta de privacidad se convierta en un dispositivo de rastreo.
- Estafas: los delincuentes usan los teléfonos desechables para realizar estafas de phishing, suplantar la identidad de las víctimas y llevar a cabo robos de identidad sin dejar rastro.
- Registros imprudentes: usar un número desechable para aplicaciones o sitios de compras puede exponer el teléfono a intermediarios de datos y estafadores.
- Pagos móviles: algunos teléfonos desechables ya admiten pagos digitales. Pero sin una protección sólida, estos dispositivos pueden exponer a los usuarios a fraudes financieros.
«La supuesta privacidad de los teléfonos desechables es una ilusión», declara Warmenhoven. «Sin las precauciones adecuadas, como comprarlos con dinero en efectivo, evitar las cuentas personales, no instalar aplicaciones y reiniciar regularmente el dispositivo, pueden convertirse fácilmente en herramientas para estafadores y defraudadores».
Mejores alternativas: cómo mantener tu privacidad
Los teléfonos desechables tienen sus inconvenientes. Su hardware suele ser de baja calidad, carecen de funciones de seguridad sólidas y sus funciones son limitadas. Si deseas tener una comunicación segura y sin estos riesgos, considera estas alternativas:
- Aplicaciones para crear números desechables: crea números de teléfono temporales en tu dispositivo principal sin tener que comprar otro teléfono.
- Servicios de VoIP (voz sobre protocolo de internet): aprovecha plataformas como Google Voice para obtener números temporales, los cuales son ideales para hacer compras en internet o usar servicios de citas online.
- Aplicaciones de mensajería seguras: utiliza aplicaciones cifradas como Signal para mantener la privacidad de tus conversaciones.
Imagina lo siguiente:María pensó que usar un teléfono desechable era la forma perfecta de evitar las llamadas no deseadas y de hacer compras online de manera segura. Era barato, desechable y supuestamente anónimo. Pero en cuestión de semanas, su «escudo de privacidad» se convirtió en una pesadilla. Unas personas desconocidas comenzaron a usar su número para realizar estafas de phishing, y hasta recibió amenazas de personas que creían que ella era la estafadora. ¿Por qué ocurrió esto? María usó su número para registrarse en sitios web de compras y aplicaciones de descuentos, los cuales compartieron sus datos con comercios e intermediarios y convirtieron su número supuestamente privado en un objetivo público. Y esa no es la función de un teléfono desechable.




