Corría el año 2009. Crepúsculo arrasaba las taquillas y librerías del mundo. Barack Obama empezaba su primer período. Michael Jackson moría en circunstancias misteriosas y Kanye West le quitaba el micrófono a una Taylor Swift de 19 años en la entrega de los VMA.
Esperanza, romance y escándalo caracterizaron ese año de cierre de la primera década del siglo XXI y no nos extraña que la mismísima Taylor Swift recuerde esos años con un nudo en la garganta, como le escribe a sus fans en una sincera carta que acompaña la versión física de su nuevo álbum, un relanzamiento del Speak Now (Taylor’s Version) que salió a la luz en el 2010.
En el 2009, Taylor Swfit había alcanzado la fama global como el siguiente fenómeno de la industria musical con su Fearless, que arrasó con todo tipo de premios y listas. Había logrado a sus 19 años un éxito que muy pocos logran en todas sus vidas. Pero tenía, igual, 19 años. Se mudó de la casa de sus papas a un apartamento propio, y comenzó su vida adulta entre los paparazzi y las críticas a su música que dudaban del talento de la artista. Una muchacha tan joven y tan normie no podía haber escrito los éxitos de su último álbum.
Decidida a demostrar que merecía su lugar en la cima, Taylor decidió escribir su tercer álbum sola y compuso desde el torbellino de emociones que la acompañaba en esos a años de cambios: sus primeras tragas y desamores, su ascenso a la fama y el famoso escándalo con Kanye West. El resultado acalló a sus críticos y el resto es historia.
EL SNTV, como es más conocido en el Swfitverso este re-lanzamiento, nos trae recuerdos como su reclamo de siete minutos titulado «Dear John» o «Back to December» la canción dedicada al actor Taylor Lautney (Team Jacob ¿alguien?). Pero el nuevo álbum también tiene novedades: seis nuevas canciones de la bóveda, inéditas, y algunos cambios de letras que funcionan para una dolida Taylor de 19, pero no para la artista de 33.
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