Taylor Swift se enfrenta a una demanda por plagio presentada por dos compositores que afirman que su éxito «Shake It Off» copia de manera ilegal partes de una canción que habían escrito en 2001. Los demandantes, quienes buscan una compensación económica por los derechos de autor, alegan que la letra de Swift tiene un parecido evidente con la suya, especialmente en el estribillo.
Swift ha negado las acusaciones, afirmando que la letra de «Shake It Off» fue creada de manera completamente original. La cantante también ha argumentado que el ritmo y el estilo de su canción son muy diferentes al de la obra en cuestión, y que cualquier similitud es meramente coincidencial. El caso ha generado mucha atención mediática, con muchos fans de Swift defendiendo su integridad artística.
El juicio está programado para el próximo año, y aunque no se prevé que afecte significativamente su carrera, el caso podría sentar un precedente en cuanto a los límites del plagio en la industria de la música. Los compositores demandantes insisten en que su trabajo fue injustamente apropiado, mientras que Swift asegura que la demanda es infundada.