‘Mauricio’ presuntamente se identifica el hombre que accidentó a un motociclista.
El grave episodio ocurrido en la vía al Salado volvió a encender las alarmas sobre la irresponsabilidad de algunos conductores que circulan completamente embriagados, poniendo en riesgo a quienes transitan diariamente por las calles de Ibagué. El motociclista afectado, aún aturdido por lo sucedido, aseguró que el conductor del taxi, presuntamente identificado como ‘Mauricio’ lo arrolló sin darle oportunidad de reaccionar y luego escapó, dejando tras de sí una escena de confusión, dolor e indignación.
Según la afirmación del joven, el golpe lo lanzó varios metros y lo dejó con heridas que requirieron atención médica, mientras varios testigos intentaron auxiliarlo en medio del caos vehicular que se formó rápidamente. Esta situación se suma a la tendencia creciente de siniestros provocados por conductores alcoholizados, un problema que amenaza constantemente la seguridad vial en la capital tolimense. Como si fuera poco, el responsable continuó conduciendo, sin mostrar la menor intención de detenerse o verificar el estado de quien había resultado lesionado.
La fuga del taxista no terminó ahí. Minutos después, según denunciaron habitantes del barrio Topacio, el mismo conductor habría ocasionado un segundo accidente, aumentando la gravedad de un comportamiento que pudo haber terminado en tragedias aún mayores. El motociclista manifestó su incertidumbre respecto a la actuación institucional al declarar: “No sabemos si los Agentes de Tránsito llegaron allá y le hicieron la prueba de alcoholemia”. Esta frase abrió un fuerte debate sobre la eficacia de los controles, la falta de vigilancia nocturna y la necesidad de reforzar las herramientas para enfrentar la accidentalidad relacionada con el consumo de licor.
En Ibagué, los casos registrados durante los últimos meses evidencian que el riesgo aumenta durante los fines de semana y en sectores donde la circulación de vehículos es más intensa. Las autoridades, por su parte, reconocen que la combinación entre imprudencia, velocidad excesiva y alcohol se ha convertido en una amenaza constante para peatones, motociclistas y automovilistas. Por ello, los ciudadanos reclaman operativos estrictos, sanciones más severas y una respuesta firme que impida que hechos similares continúen multiplicándose. Ante el impacto generado por el caso, los organismos competentes iniciaron la recolección de evidencias, entrevistas y registros visuales que permitan establecer responsabilidades. El motociclista afectado exigió atención, justicia y garantías, temiendo que este episodio quede, como tantas veces, en la impunidad.

															


