Carlos Aguirre, fue intimidado por 4 sujetos con armas de fuego y cortopunzantes.
En un alarmante episodio de inseguridad, Carlos Aguirre, un taxista de Ibagué, fue víctima de un violento asalto en el barrio Boquerón. Los delincuentes se llevaron 400 mil pesos, dos celulares y las llaves del vehículo, dejando a Aguirre en una situación de vulnerabilidad extrema. Este incidente ha generado una fuerte reacción por parte del gremio de taxistas, que exige mayor seguridad y apoyo de las autoridades.
Peligro
El atraco ocurrió cuando Aguirre recogió a cuatro pasajeros en el sector de Cerros de Brisa, quienes inicialmente se presentaron como personas comunes. Sin embargo, poco después de iniciar el recorrido, los asaltantes lo amenazaron con un cuchillo y una pistola, obligándolo a entregar todas sus pertenencias. A pesar del temor, Aguirre logró mantener la calma, permitiendo que los delincuentes se llevaran sus pertenencias y abandonaran el taxi a unos metros de distancia.
Emergencia
Este incidente no es un hecho aislado. Según José Adenis Ramírez, líder del gremio de taxistas en Ibagué, los robos a conductores se han incrementado notablemente en los últimos meses. «Hace más de un año que no nos reunimos con la Policía Metropolitana. Todas las estrategias que teníamos se perdieron, no ha habido ninguna forma de poder trabajar en conjunto con las autoridades, y lamentablemente esto está siendo aprovechado por la delincuencia», declaró Ramírez.
Alerta
Los taxistas de Ibagué, conocidos como la ‘ola amarilla’, han manifestado su preocupación y desesperación ante la falta de respuestas efectivas por parte de las autoridades. «En los últimos días se han presentado varios robos en los sectores de Forteza, La Ciudadela Simón Bolívar y Protecho Topacio. Los delincuentes intimidan a los conductores, les roban sus pertenencias y el producido del día», agregó Ramírez, señalando que la situación es insostenible.
El impacto de estos hechos no solo afecta a los conductores, sino también a los usuarios del servicio. «No solo los taxistas son víctimas. Incluso se ha dado que algunos pasajeros se bajan del vehículo sin pagar y se llevan el taxi. Esto nos está pasando a todos, y lo más lamentable, también a mujeres», enfatizó Ramírez, subrayando la gravedad de la situación. El gremio de taxistas ha elevado una solicitud urgente a la administración municipal para que se tomen medidas concretas y se restablezca la seguridad en las calles de Ibagué. Hasta el momento, no han recibido una respuesta satisfactoria, dejando a los conductores y sus familias en un estado de incertidumbre y temor. La comunidad espera que las autoridades tomen cartas en el asunto y garanticen la seguridad de todos los ciudadanos.

