Rodolfo Escobar, presidente del Sindicato de Taxistas, denunció presiones de la empresa Transricaurte.
Desde el 2020, los transportadores de Girardot y Ricaurte han estado en conflicto. Rodolfo Escobar, presidente del sindicato de taxistas de Girardot, afirmó que la raíz del problema surgió cuando se intentó crear una empresa de taxis en Ricaurte con un cupo inicial de 50 vehículos, proyectado a 200. Este movimiento fue rechazado por los taxistas de Girardot, quienes, preocupados por el incremento de taxis y la competencia desleal con el transporte informal, bloquearon el ingreso de estos vehículos a su municipio.
Escobar explicó que, en aquel entonces, hubo negociaciones con el alcalde de Girardot y la alcaldesa de Ricaurte para llegar a un acuerdo que regulara el ingreso de taxis entre ambas ciudades. Sin embargo, estos intentos fracasaron y las tensiones siguieron escalando. A lo largo de los años, los taxistas de Girardot vieron con preocupación cómo las busetas de Transricaurte comenzaron a operar rutas entre ambas ciudades, afectando el servicio de transporte que históricamente brindaba Cootransgirardot.
El conflicto se agudizó cuando, de un día para otro, varias busetas de Cootransgirardot fueron convertidas en vehículos de Transricaurte, sin un proceso de cambio de color o identidad. Esta acción provocó la eliminación de rutas que anteriormente eran cubiertas por transportadores de Girardot, generando un impacto directo en los ingresos de los conductores y afectando a los usuarios, especialmente aquellos de zonas rurales y
veredas.
Escobar señaló que, aunque los alcaldes de Girardot y Ricaurte han mantenido reuniones para intentar llegar a un acuerdo, la empresa Transricaurte se ha mostrado inflexible en no permitir que las busetas de Girardot circulen en su municipio. Mientras tanto, los taxistas de Girardot siguen prestando servicios a los residentes de Ricaurte, a menudo aceptando tarifas reducidas para ayudar a quienes no tienen otra opción de transporte.




