El líder realizó un inesperado movimiento durante la etapa 17 del Tour de Francia.
Como si no hubiese estado disputando el Tour de Francia durante dos semanas, Tadej Pogačar tomó por sorpresa a sus rivales con un ataque en la etapa 17 que pudo haber sentenciado la ronda francesa. Cuando la situación estaba en calma y el pelotón ya no tenía oportunidad de alcanzar a los fugados, con una diferencia de hasta ocho minutos, Pogacar movió el grupo principal y generó caos durante el remate de la etapa del miércoles 17 de julio.
Sin embargo, la rápida reacción de Jonas Vingegaard y Remco Evenepoel evitó que las diferencias entre los primeros tres de la general cambiaran significativamente, ya que Tadej solo aventajó a Vingegaard por dos segundos más. Sobre esto, el esloveno comentó: “El ataque fue un instinto estúpido,” confesando que “quería probar las piernas para esta semana”. Además, reveló que el ataque también buscaba “meter algo de presión a Evenepoel y a Vingegaard. Después, Remco también hizo un gran ataque y pudo tomar unos segundos de ventaja”. Tadej reconoció que los ataques habrían estresado a Jonas, pero “tenía un gran equipo a su alrededor. Fue un buen día,” dijo el integrante del UAE Team Emirates. “No es difícil ver las etapas en las que más sufrí tiempo atrás y donde más tiempo cedí. Fue uno de mis fracasos, o tal vez coincidencia, de las primeras veces que Jonas me superó en una etapa así,” complementó.
La batalla por el maillot amarillo continuará hasta el domingo 21 de julio, cuando los ciclistas lleguen a Niza para disputar la última etapa, que será una contrarreloj individual.