El camino hacia el éxito no siempre es recto, y Emerson Sánchez Ortiz es prueba de ello. A sus 22 años, este joven caqueteño ha logrado convertirse en árbitro profesional del fútbol colombiano, aunque su sueño inicial era brillar como jugador. Su historia es un reflejo de esfuerzo, sacrificio y perseverancia.
Un sueño truncado
Desde niño, Emerson soñaba con ser futbolista profesional. Sin embargo, las dificultades económicas de su familia lo obligaron a tomar otro rumbo. A los 16 años, mientras cursaba noveno grado en la Institución Educativa Los Andes, tuvo que dejar el fútbol para trabajar en un lavadero de carros llamado Cunduy. Allí pasaba las noches lavando vehículos para ayudar en casa y costear sus estudios.
El giro inesperado
Una noche de 2018, mientras trabajaba, conoció a Ember Fajardo, quien le habló sobre el mundo del arbitraje y lo motivó a intentarlo. Sin dudarlo, Emerson asistió a su primera capacitación en el estadio Alberto Buitrago Hoyos de Florencia, Caquetá. Durante años se formó con disciplina, aprendiendo las reglas del juego desde una nueva perspectiva.
Un ascenso meteórico
Su talento no pasó desapercibido, y en 2022 el Colegio de Árbitros de Fútbol del Caquetá lo reconoció como “Árbitro Revelación 2022”, gracias a su participación en torneos nacionales de Difútbol y zonales finales de selecciones menores.
Finalmente, en febrero de 2025, Emerson hizo su debut como árbitro profesional en el Estadio Centenario de Armenia. Ahora, invita a más jóvenes del departamento a unirse a la Liga de Árbitros del Caquetá, avalada por la Federación Colombiana de Fútbol.
