Desde el pasado 11 de julio, los colombianos comenzaron a sentir el aumento en las tarifas de los peajes en las principales vías del país. El alza, que promedia un 9,28 %, fue postergada por el Gobierno durante seis meses como una medida para aliviar el bolsillo de los transportadores y conductores tras las fuertes alzas en el costo de vida. Sin embargo, el incremento ya es una realidad.
Por ejemplo, el peaje de Aburrá, en Antioquia, ahora cuesta $25.900 para vehículos categoría I, mientras que el de Pipiral, en el Meta, llegó a los $26.400, siendo uno de los más caros del país. También se vieron aumentos significativos en peajes de departamentos como Santander, Cundinamarca, Valle del Cauca y Atlántico.
Transportadores manifestaron su inconformismo, alegando que la medida encarece los costos operativos y terminará afectando el precio de los productos básicos. No obstante, el Ministerio de Transporte sostuvo que el ajuste era necesario para garantizar el mantenimiento de la infraestructura vial concesionada.




