La ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez, abordó dos temas clave: las negociaciones para el salario mínimo de 2025 y la reciente salida de Ricardo Bonilla del Ministerio de Hacienda.
Ramírez destacó la importancia de llegar a un acuerdo que mantenga el poder adquisitivo de los trabajadores, teniendo en cuenta diversos factores como el Índice de Precios al Consumidor (IPC), la productividad y el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB). Según la ministra, el objetivo es evitar que los incrementos salariales se vean contrarrestados por un alza desmedida en el costo de vida.
«De nada sirve un aumento significativo si el costo de vida crece al mismo ritmo. El verdadero impacto se mide en cuántos productos esenciales puede adquirir la gente, como huevos, leche o lentejas», explicó.
Además, resaltó que el aumento debe beneficiar principalmente a los sectores más vulnerables, considerando el impacto directo en la canasta básica familiar.
En cuanto a la salida de Ricardo Bonilla, la ministra subrayó su contribución durante un periodo de desafíos económicos derivados de problemas de recaudo y deudas heredadas por el gobierno anterior. Ramírez mencionó que el presidente Gustavo Petro tiene la potestad de realizar cambios cuando lo considere necesario, destacando que «somos fusibles en función de las decisiones presidenciales».
Sobre las razones detrás de la salida, señaló que, según el presidente, Bonilla enfrentaba un entorno hostil desde el poder legislativo, lo que dificultaba la implementación de políticas económicas. Ramírez también hizo hincapié en que Bonilla ahora se enfocará en su defensa personal frente a estas circunstancias.
La ministra concluyó afirmando que las decisiones económicas del Gobierno buscarán generar estabilidad y beneficiar a la población más vulnerable, especialmente en un contexto donde la inflación y las tensiones políticas son factores determinantes.




