Las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China continúan teniendo un impacto significativo en la economía global, según el Fondo Monetario Internacional (FMI). Estas tensiones han llevado a un aumento de aranceles y barreras comerciales, afectando tanto a los consumidores como a los productores de ambos países.
El FMI advirtió que la reciente intensificación del conflicto comercial podría minar la confianza en los mercados financieros, perturbar las cadenas de suministro mundiales y poner en peligro la recuperación prevista del crecimiento mundial1. Las tensiones comerciales han resultado en una disminución del comercio entre Estados Unidos y China, aunque el déficit comercial bilateral se ha mantenido prácticamente sin variación1.
«Estas tensiones no solo afectan a los dos países directamente implicados, sino también a sus socios comerciales,» declaró Kristalina Georgieva, directora gerente del FMI. «Es crucial que se encuentren soluciones para reducir estas barreras y restaurar la confianza en el comercio global.»
El informe del FMI también destacó que las tensiones geopolíticas entre las dos mayores economías del mundo están llevando a una mayor proteccionismo, lo que podría frenar aún más el comercio global y afectar negativamente el crecimiento económico2.
«La economía global necesita un entorno comercial más predecible y estable para poder recuperarse plenamente,» añadió Georgieva.



