Sonrisas y Esfuerzos: Los Rostros del Trabajo Informal en Ibagué

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CALLES DE ESPERANZA 

Historias de la 60: Tres Trabajadores, Un Mismo Sueño.

Daniela Giraldo

DESDE UNA SONRISA 

El trabajo informal en la ciudad de Ibagué cada día aumenta más, personas luchadoras que trabajan para ganarse su sustento diario con el fin de que a su familia nunca le falte la comida en su mesa, tres mundos diferentes pero que luchan por un mismo fin, sacar su hogar adelante. Ella es Martha o quienes la conocen como ‘La señora Martha’ una mujer que siempre tiene para entregar una sonrisa, en medio de sus risas empieza a hablar sobre del porque viene a trabajar con su carro de tintos y aguas en el semáforo de la 60, “Mi labor es trabajar con este negocio, vea: yo vendo tintos, cigarrillos y agua. Mi labor es vender por todo el semáforo, hasta que termine ya me voy para la casa. Mi labor es hacer las cosas en la casa, atender a mi marido, hacer oficio y todo”. Concluyó Martha. La historia de Martha es la de miles de colombianos que, desde su humildad, su trabajo duro y su sonrisa, construyen un futuro lleno de esperanza.

FAMILIA

Al otro lado de la calle se encuentra Lima, un joven que viste pantalonetas y buzos holgados, siempre con una camándula colgando de su pecho. Con orgullo, Lima cuenta cómo llegó a trabajar en la calle 60 limpiando vidrios, una labor que se ha convertido en su sustento y el de su familia. «Limpiar vidrios para mí lo es todo, porque es el sustento mío y de mi familia. Si yo no trabajo, no tengo cómo sostener a mi familia. Desde los 14 años, el semáforo no me ha fallado con la papita», comenta. En este sector, las calles se han transformado en el territorio de muchos trabajadores informales que, al igual que Lima, han desafiado los moldes tradicionales de empleabilidad. Aunque su trabajo no sea formal, él lo toma muy en serio: «Primero llevo a mi niña al jardín y después llego a mi trabajo. Empiezo a alistar mis implementos y desde las ocho de la mañana ofrezco los mejores servicios a mis clientes», relata con pasión. Junto con sus cinco compañeros, Lima ha convertido el muro del puente de la 60 en su oficina, un espacio donde su dedicación y amor por lo que hace lo impulsan cada día a luchar por el bienestar de los suyos.

VIAJERO

Jhon, un hombre de tez morena y espíritu viajero, recorre Colombia acompañado de su inseparable marioneta y un pequeño bafle que carga al hombro. Con una destreza única, hace bailar a su esquelético compañero al ritmo de salsa y champeta, logrando arrancar sonrisas a quienes esperan el cambio del semáforo. Este arte, innato en Jhon, transforma cada esquina en un escenario improvisado donde la alegría se contagia. Junto a la señora Martha, quien comparte la misma calle, demuestran que, con pasión y creatividad, cualquier lugar puede convertirse en un espacio para soñar y alegrar el día de los demás.

VALENTÍA 

En medio de la adversidad y la falta de oportunidades laborales formales, miles de personas en Colombia se levantan cada día con determinación para enfrentar los desafíos del trabajo informal. Estos trabajadores, que en su mayoría sobreviven gracias a su ingenio y esfuerzo, se han convertido en verdaderos luchadores que, a pesar de las condiciones precarias, continúan adelante con la esperanza de brindar un sustento digno a sus familias. Su resiliencia y capacidad de adaptación son un testimonio del espíritu indomable que caracteriza a quienes, sin importar las dificultades, siguen persiguiendo sus sueños y construyendo un futuro mejor.


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