Hace una década, los sueños de muchos deportistas en Ibagué parecían derrumbarse junto con los escenarios que alguna vez brillaron en los Juegos Nacionales de 1970. La Unidad Deportiva de la Calle 42 y el Parque Deportivo eran solo ruinas, un símbolo del abandono que dejó un amargo sabor en la comunidad deportiva. Pero Ibagué demostró que con dedicación y trabajo en equipo los sueños pueden renacer.
Hoy, la ciudad es reconocida como la capital deportiva de Colombia, y no es para menos. Durante 2024, se realizaron 57 certámenes deportivos, entre ellos el Campeonato Sudamericano de Fútbol de Salón, que llenó cada noche el Coliseo Mayor con aficionados de Bolivia, México, Ecuador, Perú, Venezuela y Colombia. La emoción fue tal que la Asociación Mundial de Futsal (AMF) eligió a Ibagué como sede del Mundial de Clubes de Fútbol de Salón 2025. Por su parte, también tuvo excelente participación en los Juegos Intercolegiados 2024, una de las destacadas allí fue la pesista Ivanna Cerquera.
El impacto no solo se mide en medallas, sino en oportunidades. Durante los Campeonatos Panamericanos de Patinaje, que reunieron a 24 países y 9.000 deportistas, hoteles, restaurantes y comercios locales vibraron con el auge del turismo deportivo. “Cada evento significa empleo, movimiento económico y la proyección de nuestra ciudad al mundo”, destacó Sebastián Perdomo, gerente del IMDRI. La excelencia en organización fue reconocida el 12 de diciembre, cuando Acord Colombia otorgó a Ibagué el premio al Mejor Evento Deportivo del Año por los Panamericanos de Patinaje.




