El pasado 29 de abril los familiares y amigos de Jhon Freddy Tinoco (foto) lo reportaron como desaparecido en el departamento de Quindío. Desde ese momento, visitaron hospitales, recorrieron calles, entre otras acciones, intentando encontrarlo, ese proceso se extendió por varios días en ciudades como Armenia y municipios aledaños. Sin embargo, no obtuvieron un desenlace positivo en su gestión. De acuerdo con lo trascendido, se habrían encontrado pistas valiosas después de la revisión de cámaras de seguridad y además de revisar los hábitos y rutinas que tenía el comerciante.
En el proceso de reconstruir los momentos previos a la desaparición, los allegados encontraron que ‘Mekeke’, como es conocido cariñosamente, el día de la desaparición salió con rumbo al barrio Los Kioskos de la capital quindiana para realizar unas compras. Todo parece indicar que no llegó a su destino y, desde ese momento, no volvieron a tener noticias de su paradero.
Ante la desesperación, un grupo de personas logró tener acceso a las ubicaciones que arrojó su teléfono celular, lo cual los llevó hasta el sector conocido como ‘Los Puentes’, cerca de un conjunto residencial Cibeles, en donde reside el hombre de 35 años.
Después de dos días de búsqueda, los familiares conocieron que Jhon Freddy había aparecido desorientado en el municipio de Zarzal, norte del Valle. Allí, fue atendido en un centro asistencial, en donde le practicaron las pruebas para determinar si habría sido víctima de algún tipo de sustancia psicoactiva. Por ahora, avanzan las investigaciones para determinar cuáles fueron las circunstancias en las que se produjo la desaparición y si el hecho estuvo relacionado con un hurto a personas.
Los expertos explican que los efectos de la escopolamina en el cuerpo generan síntomas y signos característicos, entre los que sobresalen confusión, desorientación, pérdida de memoria reciente, alucinaciones, dificultad para articular palabras (disartria), trastorno motor por falta de coordinación (ataxia), coma, euforia, ansiedad, fatiga, insomnio, agitación. Estos síntomas generalmente desaparecen a las 12-48 horas de suspender el tratamiento.



