Una lamentable situación se registró en las últimas horas en zona rural del municipio de La Llanada, la cual dejó como resultado dos militares gravemente heridos tras haber caído en un campo minado. Los hechos se habrían registrado en inmediaciones de la vereda El Paraíso de esta localidad, donde se presume los soldados se encontraban adelantando labores de control territorial, esto teniendo en cuenta que esta zona también se encuentra afectada por la violencia que genera la injerencia de los grupos armados ilegales en el país.
De manera inmediata tras la activación en el campo minado de los explosivos personal médico del Ejército Militar brindó asistencia inmediata a los heridos, quienes se presume lograron ser estabilizados para posteriormente ser extraídos del área y se trasladados a un centro asistencial de mayor complejidad en la ciudad de Pasto, donde fueron recibidos por los galenos quienes les brindaron la atención médica necesaria ante la gravedad de sus heridas.
Entre los militares heridos se encuentran según información preliminar el sargento segundo, Jesús Abel López Romero y el soldado profesional Jhon Alex Devia quienes lamentablemente se presume que perdieron sus extremidades inferiores y registraron otras heridas de consideración como consecuencia del artefacto explosivo.
De la misma forma se estableció que en la vereda El Paraíso, ubicada en el municipio de La Llanada, Nariño, se habría instalado un campo minado por grupos armados ilegales que operan en la región, lo que ha complicado significativamente las labores de desminado humanitario adelantado por las autoridades competentes con el fin de evitar afectaciones tanto en la población como en los soldados que día a día adelantan operaciones para garantizar la seguridad de los nariñenses.
Ante esta situación, las Fuerzas Militares han intensificado la seguridad en la zona, enviando un equipo especializado en explosivos para asegurar la protección del personal encargado de realizar estas tareas y garantizar la seguridad en el área afectada.
El incidente ha generado una profunda preocupación en la región, evidenciando una vez más los riesgos que enfrentan los soldados en su labor de preservar la seguridad en zonas rurales afectadas por la violencia de los grupos armados ilegales. La presencia de estos artefactos explosivos, que atentan contra la integridad de los miembros de las Fuerzas Militares y de la comunidad en general, sigue siendo uno de los mayores desafíos para las autoridades.




