Un acto de intolerancia empaña al Ejército Nacional de Colombia. En la tarde de lunes, 2 de enero se reportó el asesinato del sargento primero Davidson Codina Gámez, del Batallón de Infantería Mecanizada Número 6 de Cartagena, a manos de un soldado identificado como Julio Cesar de la Vega Lacera.
El hombre murió luego de recibir tres disparos por parte del victimario. Al parecer, el crimen se habría ejecutado por un ataque de ira que tuvo el uniformado causado por un llamado de atención. Testigos del hecho indicaron que Codina Gámez, estaba pasando revista el interior del casino y al no ver a Vega Lacera en el lugar exacto donde debía estar, le llamó la atención de una manera que poco le gustó. Esto provocó que el soldado cargara su fusil y disparara repetidamente contra el sargento.
Indignados, el personal disponible cerca del lugar reaccionó y movilizaron al suboficial a la clínica Clinivida en Riohacha, La Guajira, donde lamentablemente falleció, informó la Décima Brigada del Ejército.
Julio César de la Vega fue puesto a disposición del Juzgado 20 Penal Militar del Batallón Cartagena, a cargo de Edgar Darío Gutiérrez Aguirre, en espera a que su situación jurídico-penal sea definida por un juez.
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«La Décima Brigada lamenta profundamente el fallecimiento de nuestro Sargento Viceprimero Davidson Javier Codina Gómez y extiende sus condolencias a familiares y allegados, poniendo a disposición el equipo psicosocial de la unidad militar para atender este suceso», señaló el Ejército.
Por otro lado, los hermanos y sobrinos del sargento fallecido ya llegaron a Riohacha para recoger el cuerpo y llevarlo a Ciénaga donde se le dará cristiana sepultura. En ese momento aprovecharon la presencia de los medios de comunicación para hacer un llamado a las autoridades para que tomen cartas en el asunto y rechazaron, con dolor y tristeza, los comentarios que muchos internautas publicaron en diferentes plataformas de redes sociales en los que aseguran que el sargento «se la tenía jurada al soldado».
«No es cierto que mi tío lo maltratara, hemos indagado, no solo con los mandos, porque hemos buscado personas externas para ver si tenían problemas con él, nos informan que no y que el soldado en otras ocasiones ya había expresado que lo iba a matar y tal vez era algo que se podía evitar», dijo la sobrina.
Sobre la víctima, se pudo conocer que tenía 44 años y era oriundo del municipio de Ciénaga, en el departamento del Magdalena y era padre de un adolescente de 16 años.
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