En medio de un panorama político nacional cada vez más agitado, el anuncio de la
campaña presidencial de Juan Guillermo Zuluaga ha despertado fuertes críticas
entre los ciudadanos, especialmente en el Meta, donde ejerció como gobernador.
Muchos consideran que su aspiración no tiene bases sólidas, pues durante su paso
por la administración departamental dejó más dudas que resultados, incumpliendo
gran parte de las promesas que ilusionaron a comunidades enteras.
Inconformidad
En Acacías, las voces de inconformidad son cada vez más notorias. Allí, Zuluaga se
comprometió con el denominado paquete de “7 obras del centenario”, que serían el
motor de desarrollo para el municipio. Sin embargo, el balance resulta desalentador:
la construcción del Hospital Municipal, la Villa Olímpica y la remodelación del
Coliseo Omar Armando Baquero Soler nunca se materializaron. Proyectos como el
colegio Pablo Emilio Riveros, la Plaza de Mercado y el Distrito de Policía siguen en
ejecución, pero con retrasos que generan malestar en la población. Y en cuanto al
tan prometido Malecón turístico, vendido como la gran apuesta para revitalizar la
economía y el turismo local, lo que existe hoy es un espacio abandonado, sin
intervención ni transformación real.
Otra de las grandes promesas incumplidas fue la carretera Acacías – Manzanares –
Guayabetal, anunciada con entusiasmo como un corredor vial estratégico para la
región. La comunidad recuerda las fotografías y titulares de prensa, pero la obra
jamás avanzó. En paralelo, los compromisos con la seguridad, el empleo y el campo
quedaron en simples discursos. Los campesinos se sienten engañados, pues
aseguran que la inseguridad creció y las oportunidades laborales no llegaron como
se prometió.
A todo esto se suma que Juan Guillermo Zuluaga enfrenta investigaciones en la
Fiscalía Delegada ante la Corte Suprema de Justicia por presuntas irregularidades y
hechos de corrupción, lo cual incrementa las dudas sobre su credibilidad.
Pese a este historial, Zuluaga lanzó su campaña presidencial bajo el lema ‘Sin
Miedo’, lo que para muchos ciudadanos resulta irónico. La pregunta que circula
entre la comunidad es clara: “¿Sin miedo a qué?”, puntualizó un usuario a través de
redes sociales. Algunos consideran que se trata de una estrategia vacía, mientras
que otros aseguran que refleja la intención de seguir utilizando la política para
generar expectativas que nunca se cumplen.




