WILLIAM CAMPOS afirmó que el Deportivo Pasto tuvo un semestre sin ningún tipo de excusas, pues el rendimiento fue tan bajo que dejó claro que el equipo no estaba preparado para competir. Señaló que cada partido mostró falta de planificación, jugadores desmotivados y un cuerpo técnico sin capacidad de reacción. Para Campos, lo más preocupante es que la dirigencia pareció ignorar el mal momento, dejando que la crisis creciera hasta terminar en los últimos lugares. Considera que el club necesita una reestructuración urgente, con nuevos liderazgos, refuerzos de peso y un proyecto serio que devuelva la credibilidad perdida entre los hinchas.
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